
En el 2019, un informe de la Contraloría revelaba que el 89% de los colegios no tenía psicólogos para los procesos de tutorías y convivencia escolar. En octubre del 2021, cuando llevamos cerca de dos años de pandemia, con cuarentenas, distanciamiento social y otras restricciones, además del natural temor de contraer el mortal virus, es más necesaria aún la presencia de psicólogos en los centros educativos.
El psicólogo puede convertirse en una figura clave en el desarrollo funcional y equilibrado de los alumnos en todos los niveles. Estos profesionales podrían atender y fomentar el desarrollo psicológico en todos sus componentes –psicomotriz, intelectual, social y afectivo-emocional– y en los tres agentes principales de la depresión.
El estrés, el miedo y la incertidumbre que genera la pandemia del coronavirus pueden desgastar a cualquiera, pero para los niños y adolescentes estos efectos pueden ser más devastadores emocionalmente. No solo por el temor, sino también por la interrupción de los procesos, como el del juego y la diversión en los niños, por ejemplo. Muchos adolescentes y jóvenes, por su parte, al haber terminado el colegio se preparaban con entusiasmo para seguir una carrera universitaria o técnica, pero su ilusión quedó truncada.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a enfrentar la pena y la angustia causadas por la crisis sanitaria, pero el aporte de los psicólogos también puede contribuir, en gran medida, con los tratamientos y terapias adecuadas, en la búsqueda de las soluciones a los problemas de salud mental de los escolares.
Los psicólogos no solo son necesarios en tiempos de crisis, como los actuales –aunque en estos momentos su presencia es doblemente necesaria–, sino en todo el proceso de la educación. No solo se trata de la salud mental sino del bienestar integral del alumno, pues las consecuencias de los problemas familiares pueden repercutir también en el rendimiento escolar y en la salud física.
Los ministros de Educación y Salud, por lo tanto, están llamados a atender el problema de la salud mental del educando y ponderar la participación positiva de los psicólogos no solo en el proceso enseñanza-aprendizaje, sino también en el fomento del bienestar general de los alumnos. Ahora que paulatinamente se iniciarán las clases semipresenciales, es imperioso que se disponga la presencia de más psicólogos en los colegios. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo