El problema político que estamos viviendo en el Perú es bastante complicado y hay que ver hasta que punto se contará con los votos necesarios en el Congreso para efectos de conseguir la vacancia de Pedro Castillo.
Hay una serie de actos del presidente Castillo y de su entorno que son, por decir lo menos, lamentables. Están involucrados en casos que no son del todo legales. Recordemos el escándalo de los ascensos en las Fuerzas Armadas o la conducta que viene ofreciendo su secretario, el señor Bruno Pacheco que deja mucho que desear. La pregunta es: ¿Actuó él solo? ¿A quién le interesaban esos nombramientos? Habría que investigar si hay otra persona detrás de él.
Yo considero que el señor Pacheco debe dar un paso al costado; es más, el propio Castillo ha debido despedirlo. Si yo tengo un secretario que me ha defraudado de la forma como lo ha hecho ese señor, yo lo hubiera destituido inmediatamente. ¿Por qué no lo hace? ¿Será que el secretario le conoce algo a Castillo que hace difícil su destitución del cargo?
Es el colmo que cada día tengamos una denuncia – o escándaloprotagonizado por un funcionario de Estado o algún ministro. Hay problemas en EsSalud, en el Ministerio de Transporte, Educación y otros. Esta sustracción de las pruebas que se tomaron a los docentes es muy desagradable. Ya es tiempo de tomar una decisión.
Todo esto no hace más que debilitar al ya bastante frágil gabinete de la señora Mirtha Vásquez. Es un gabinete que ya había nacido debilitado y con estas inconductas del secretario y algunos ministros no hace más que empeorar la situación. Aquí nace otra pregunta: ¿Por qué no renuncia al premierato? Frente a una situación como esta tan compleja debería renunciar, yo lo haría. No entiendo cuál es su interés de permanecer en un cargo donde es maltratada porque, de acuerdo a la Constitución, el premier es quien designa a sus ministros y en este caso no ha ido así.
Estos constantes roces entre el Ejecutivo y el Legislativo son responsabilidad del Gobierno que hace todos los méritos para que el Congreso lo cuestione. El Ejecutivo comete error tras error y cada 12 días está cambiando un ministro, algo que nunca ha sucedido en nuestra historia republicana. Es algo inédito.
Aquí quien tiene la sartén por el mango y debe tomar una decisión rápida es el Congreso. Si no toman la decisión de vacar a Castillo, como se hizo con Vizcarra hace poco más de un año, vamos a caer al abismo. Ya vimos cual fue la conducta de Vizcarra cuando llegó a ser presidente y antes en sus funciones de gobernador.
(*) Ex decano del Colegio de Abogados de Lima
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