Opinión

Debates en medio de la pandemia

EDITORIAL

Cuando se realizó el debate presidencial de la primera vuelta, que organizó el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Ciro Gálvez, de Renacimiento Unido, estaba con COVID y no participó, mientras que George Forsyth, quien posiblemente ya se encontraba contagiado, sí asistió. Al conocerse el estado de Forsyth, algunos candidatos que acudieron a la contienda entraron en pánico por temor a haber contraído la enfermedad. Ese incidente y la realidad de la pandemia, que se encuentra en su pico más alto de casos o muertes, obliga a evitar al máximo las aglomeraciones y reuniones. Sin embargo, el JNE está proponiendo realizar cuatro debates para que participen los equipos técnicos y hasta los candidatos a vicepresidentes.

Consideramos una total falta de tino y sentido común el planteamiento del máximo organismo electoral, que juntamente con la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), terminó vapuleado por la deficiente organización de la primera vuelta de las elecciones. La gravedad de la pandemia, que no da visos de aplacarse debido al fracaso de la lucha emprendida por el gobierno de Francisco Sagasti, hace necesario evitar al máximo las aglomeraciones, reuniones y otras actividades con gran concentración de público.

Por eso, no tiene explicación por qué se plantean dos debates presidenciales entre Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y adicionalmente uno entre los equipos técnicos de ambos partidos y otro entre los candidatos a vicepresidentes.

El debate que sostuvieron los 18 aspirantes al sillón de Pizarro para la primera vuelta tuvo una organización pésima, pues los candidatos no pudieron exponer con claridad y coherencia sus propuestas debido a la falta de tiempo y la inadecuada estructura elegida por los técnicos del JNE. Ahora, en esta nueva ronda de debates, además de los dos candidatos presidenciales, participarían los aspirantes a vicepresidentes (serían cuatro) y los jefes de planes de gobierno más cuatro técnicos. Es decir, en total serían 18 personas, además de sus asistentes y miembros de sus ‘portátiles’, que irían a hacerles barra a las afueras del Centro de Convenciones de Lima, en San Borja.

Esta propuesta del JNE será analizada por ambas organizaciones políticas, las cuales esperemos tengan una respuesta realista y atinada, pues es necesario deponer muchos intereses por la salud y la vida de las personas. Porque el virus no respeta a nada ni a nadie.

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