Opinión

Congresistas E.I.R.L.

Por: Alberto Bajak Miranda

Lamentablemente, muchos partidos en la contemporaneidad se han convertido en agencias de empleos, en cuevas de saqueadores y en soporte de oportunistas desempleados sin nivel. El Parlamento es el vehículo más accesible y sin mayor filtro para conseguir fama y fortuna, esquivas laboralmente para muchos indeseables.

Debido a ello, fíjense en la sarta de carteristas que tenemos en el Congreso, “mochasueldos”, violadores sexuales y vende-votos, que, a cambio de licitaciones de obras, garantizaron por poco tiempo, la permanencia en el poder de un impresentable ladrón, golpista e ignorante como Castillo y la gentuza que lo defiende. Ciertamente, estos bandidos metamorfoseados en políticos, llegan al Parlamento, prostituyéndolo y desprestigiándolo aún más, con el objetivo desesperado de lograr un éxito, siempre lejano y huidizo para ellos.

Personalmente, no estoy de acuerdo en el financiamiento estatal a los partidos. Dinero regalado que es puro dispendio ciudadano. El maquillaje de “capacitaciones” de los partidos es falso y esos recursos inexorablemente van a los bolsillos de los miembros de la cúpula, razón por la cual, jamás renuncian a su burbuja de poder y acrecienta el negocio. En lugar de financiar partidos, mejor construyamos postas médicas y punto.

Para pertenecer y afiliarse a un partido, hoy por hoy, hay que pensarlo mil veces. La mixtura entre intelectualidad y chusma se traduce en la democracia interna poco representativa de un militante, un voto. Incluso, algunos zánganos se refugian dentro de los partidos, con la ilusa legitimidad de ostentar el título de “militante del partido” como si dicha jerarquía, fuese justificación para soñadoras postulaciones.

Otros militantes, más estudiados pero más corruptos, como “cuellos blancos” “chalinas verdes” y similares, usan la agrupación y llegan al poder para saquear con mayor rapacidad y más inteligencia.

Caso excepcional es “Perú Libre”, la expresión máxima del choreo institucional, capaces de llevarse a sus casas, hasta la laptop de la oficina estatal. Por eso, colectivos de haraganes militantes, comprados con cerveza y menú, pueden llevar al poder en democracia interna a un forajido de marca mayor, con la anuencia de los organismos electorales. Ejemplos patéticos: Los expresidentes convictos y los parásitos congresistas actuales.

A pesar de la pictografía partidaria ya señalada, ser parlamentario se convierte en un suculento y apetecible manjar, afianzado en las ambiciones humanas, y la codicia aberrante de gestionar lobbies a destajo.

En buen romance, casi todos los grupos, están fragmentados, no por el debate, sino, por lograr cuotas de poder personalísimas para los fines mencionados. Debemos estar muy alertas que, el acceso político de ciudadanos lumpen con mayor prontuario penal que los actuales, puede infectar y contribuir a la destrucción de la democracia nacional. El informal sistema actual de partidos en el Perú, está caduco. Estamos advertidos.

*Analista político

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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