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“Candidato a santo fue acusado de pederasta”

Periodista Pedro Salinas revela entretelones del caso Sodalicio, sobre denuncias de abusos sexuales contra niños

  • Pedro Salinas es autor del libro “Mitad mojes, mitad soldados”, que “explica la estructura totalitaria, sectaria, de la organización y, además, recopila 30 testimonios”.

POR: ENRIQUE RODRÍGUEZ JIMÉNEZ

El periodista Pedro Salinas, quien investigó el caso Sodalicio, sobre abusos sexuales en agravio de menores de edad, señaló que, en la Conferencia Episcopal Peruana, casi en su totalidad —salvo algunas excepciones— hubo una indolencia increíble con las víctimas. Además, indicó que Germán Doig, el número 2 de la organización, estuvo a punto de ser beatificado.

¿Quiénes son las personas involucradas en el caso Sodalicio, sobre denuncias de casos de abusos sexuales en agravio de menores de edad, de pederastia?

Es contra una organización que forma parte de la Iglesia católica que se llama Sodalicio de Vida Cristiana, fundada en 1971 por Luis Fernando Figari y con un grupo llamado la “generación fundacional”, casi todos del colegio Santa María, dos personas del Inmaculada y dos del Maristas de San Isidro. Esta organización fue creciendo, con el tiempo fue logrando aprobaciones diocesanas, primero, pontificias, después, y hoy es sociedad de vida apostólica reconocida por el Vaticano, pero no es de sacerdotes. En este caso particular, a diferencia del Opus Dei o los Legionarios de Cristo o ese tipo de organizaciones, es fundada por un laico, tiene un carácter más laical que sacerdotal, pero también hay muchos sacerdotes en este grupo religioso.

¿Cómo empezaste a investigar el caso, del cual incluso escribiste un libro?

Hacia fines del año 2010 me llega una denuncia por parte de una víctima sexual de Germán Doig—muerto en el año 2001—, que era el número dos de esa organización, que estaba en proceso de beatificación. O sea, iba a ser el sexto santo del santoral peruano. Y ahí es cuando empieza esta investigación con mi colega Paola Ugaz. Y elaboramos esta investigación que duró casi cinco años y denominada: “Mitad mojes, mitad soldados”, que inspiró y fue base de mi libro, que tiene el mismo nombre. Que explicaba la estructura totalitaria, sectaria, de la organización y, además, recopilaba 30 testimonios de sodálites de diferentes generaciones que habían sufrido una serie de abusos de todo tipo. No se sabe el número, pero se sabe que son muchos. En esta investigación hay seis casos de abusos sexual, también de maltrato físico, psicológico, manipulación espiritual y así por el estilo.

¿Tu tuviste la oportunidad ser parte de esta experiencia en esta organización?

A mí me captan cuando yo estaba en el colegio San Agustín, en cuarto de media, estaba a punto de que me expulsaran del colegio por conducta y, con el pretexto un retiro de la confirmación, me captan y termino involucrado y viviendo dos años en comunidades de esta secta.

¿Esta denuncia ha llegado hasta el Vaticano, qué respuesta se ha logrado de la Santa Sede?

El Vaticano ha tenido diferentes intervenciones en los 13 últimos años, pero insuficientes, a tal punto que estas siempre han jugado a favor del Sodalicio, hasta la última semana de julio, cuando el papa Francisco designa a dos personas y emisarios para hacer una auditoría al Solalicio, independientemente de la que viene acompañando al Sodalicio para revisar sus estatutos, sus constituciones, etc. Esta misión se ha reunido en Chile con varias personas en el año 2018: Jordi Bertomeu y Charles Scicluna, arzobispo de Malta, llegaron a hacer más de 60 reuniones y un informe de más de dos 2,500 páginas. No sabemos cómo va y ahora tiene que hacer un informe desde Roma sobre el caso Sodalicio.

Esta denuncia también se le ha hecho llegar a la Nunciatura Apostólica en Lima…

En el año 2019 conocí a arzobispo Sciclun en el marco del evento de la cumbre anti-pederastia, que organizo el papa Francisco, en paralelo también conocí a Jordi Bertomeu, que es el inquisidor que estuvo en Lima la última semana de julio, porque ambos forman parte de la doctrina de la fe del vaticano, que anteriormente fue el Santo Oficio y anteriormente fue la Santa Inquisición. Son los herederos de la inquisición y forman parte del Departamento Disciplinario de la Iglesia. Son inquisidores, formalmente hablando. Bertomeu estaba al tanto del caso Sodalicio y, en caso de la Conferencia Episcopal Peruana, casi la totalidad ha brillado por su ausencia, salvo algunas excepciones y han manifestado una indolencia increíble contra las víctimas.

El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, sí se ha comprado el pleito, sí ha estado presente y tenido gestos de cercanía con los sobrevivientes del Sodalicio. El obispo de Caravelí, Reinaldo Nann, y el cardenal Pedro Barreto, que ha tenido posiciones firmes, pero el resto, no. Salvador Piñeira, que fue presidente de la Conferencia Episcopal, no hizo nada, tampoco Juan Luis Cipriani. El nuncio anterior, Nicola Girasoli, tuvo gestos sobre este caso, pero las autoridades enviadas por el Vaticano se han prestado a una farsa y una pantomima de investigación; no hicieron nada y pasa página, como si no hubiera pasado nada.

“EL PAPA INICIÓ UNA LUCHA FRONTAL DENTRO DE LO QUE PUDO”

¿Cuál es la posición del papa Francisco sobre el caso Sodalicio?

Mi opinión sobre el papa Francisco es positiva. Creo que en los últimos cinco años, a partir del 2018, cuando visita Chile y Perú, el papa da un giro de 380 grados y empieza una lucha frontal, dentro de lo que puede, contra este fenómeno de pederastia clerical que es un cáncer que ha hecho metástasis en la Iglesia católica. Nuestra denuncia no ha sido una crítica contra la Iglesia, anticlerical o que estamos en campaña internacional para destruirla; nuestra denuncia ha sido contra el Sodalicio y nunca contra la Iglesia católica.

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