La eclosión ocurrida en algunos sectores de El Agustino y La Victoria en contra, en general, de los venezolanos es claramente consecuencia de la impunidad con la que los delincuentes de esa nacionalidad, que nos exportó el también delincuente Maduro y que representan tan solo un 2 por ciento de dichos migrantes, vienen operando en nuestra Patria, corrompiendo autoridades y consolidando a pasos acelerados la marcha de organizaciones criminales como el “Tren de Aragua”.
Se estima que estamos lidiando con no menos de 30 mil malhechores que manejan la extorsión, el chantaje, el “gota a gota”, el sicariato, el asalto y el robo y que, en gran parte, y debidamente organizados se han ido apoderando de diversas zonas de Lima y provincias, contando para ello con la inmoral colaboración de policías, fiscales y jueces corruptos.
Y, por cierto, con la absoluta ineficiencia de un gobierno como el de Dina Boluarte y Alberto Otárola que sigue creyendo que con inefectivas medidas verbales y transitorias puede engañar a la población haciéndole creer que su plan Boluarte es un éxito. Ojalá fuera así.
Seamos claros: la declaratoria de estado de emergencia, que no es otra cosa que el levantamiento de ciertas garantías constitucionales como la inviolabilidad de domicilio, el derecho de reunión o el de libre tránsito, no sirve para nada si no viene acompañado de un plan estratégico de acción inmediata que, por lo pronto, saque de la calle a esos sujetos de mal vivir. La respuesta a dicha medida en San Juan de Lurigancho fue el asesinato del vicegobernador de dicho distrito.
A ese efecto, la Comisión de Plan de Gobierno de mi partido, Perú Acción, ha elaborado el plan “Mano de Hierro”, de próximo lanzamiento, que constituye una propuesta integral, debidamente estudiada y analizada para adoptar medidas efectivas frente a este flagelo.
Todos debemos cerrar filas ante la anomia que empieza a caracterizar a nuestra sociedad, en un escenario en el que la Sra. Boluarte, al mando del hoy avión paseandero de la Presidencia de la República, se ha convertido en una auténtica novicia voladora a costa del bienestar y la seguridad de todos los peruanos con la complacencia de una mayoría parlamentaria que ha perdido toda autoridad moral ¡Basta!
(*) Presidente de Perú Acción
Presidente del Consejo por la Paz
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