Opinión

Avanza la acusación: Castillo es traidor a la patria

Por: Hugo Guerra Arteaga

La denuncia presentada por Lourdes Flores, Francisco Tudela, Fernán Altuve, Hugo Guerra y César Alfredo Vignolo, ha pasado a su cuarto paso. Primero fue la recepción física del documento (cosa que pudo haber sido rechazada); segundo se admitió en la subcomisión de acusaciones constitucionales, para lo cual fue de gran ayuda que dos congresistas, Norma Yarrow y José Cueto, la hicieran suya; tercero, con una votación ajustadísima de 9 contra 8 votos fue declarada procedente. Cuarto, ahora el documento debe pasar a la comisión permanente.

Después de un debate en esa instancia, la acusación tendrá que ser discutida en el pleno del Congreso, en sesión especial; y finalmente se dará la votación. En esta se requerirá que de los 130 congresistas se abstengan los 24 de la comisión permanente y, por tanto, se obtendrá un resultado por mayoría simple sobre 106.

Si tal fuese el éxito la implicancia sería que se acuerde la suspensión y/o la destitución en el cargo de presidente de Pedro Castillo. El Congreso decidirá directamente sobre las imputaciones respecto a la infracción del mandato constitucional (esencialmente poner en riesgo la integridad territorial); y el extremo de comisión de delito de traición a la patria tendrá que ser dirimido por la Corte Suprema de Justicia. Todo esto no debería tomar más allá de fines del mes de abril, en el peor de los casos.

En el supuesto que durante el proceso “caiga” la causa, es decir que se frustre desde ahora ya hemos ganado mucho. Estamos obligando a que el jefe del Estado pase de condición de denunciado a investigado, lo cual de por sí es grave; que nombre abogado defensor o que concurra – si tiene los pantalones suficientes para hacerlo- al hemiciclo para sustentar su posición; y que se amplíe la investigación para que la Cancillería peruana y quienes resulten responsables muestren documentos, revelen comunicaciones y expliquen al país cómo es que Castillo ha comprometido al Perú con el Foro de Sao Paulo, el Runa Sur, Bolivia, el Movimiento al Socialismo, el grupo indígena del Abya Yala, el concepto de la “patria grande” socialista, el proyecto de asamblea constituyente para reconvertir al Perú en “república plurinacional”, los contratos secretos de compra de gas boliviano, etc.

En suma, estamos en vísperas de abrir la caja de Pandora. Castillo, sí o sí pasará al banquillo de los acusados y ya veremos si sale bien librado. Además, desde ahora podemos decir que estamos golpeando directamente al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla como nadie lo había hecho hasta ahora. De allí que este es el momento para sentirse alentados y redoblar esfuerzos para lograr la victoria final.

Nos enfrentamos, sin embargo, a una maquinaria muy poderosa. El G2 cubano ha empezado a responder de manera violenta. Ha atentado, por ejemplo, contra la madre de la presidenta de la subcomisión de acusaciones constitucionales, Rosío Torres; está amenazando a congresistas como el almirante Jorge Montoya; y sabemos por alerta de Inteligencia amiga, que en el objetivo matonesco están los firmantes de la denuncia constitucional.

Por supuesto responsabilizamos directamente a Pedro Castillo y al Ejecutivo de lo que pueda ocurrir. Pero nada de eso nos amilana. La defensa de la patria no cederá por un golpe o una bala. Tenemos la fuerza de la convicción y vamos hasta la victoria final porque si creen que el Perú caerá como Venezuela o Nicaragua, los malditos del comunismo están muy equivocados.

(*) Abogado y analista político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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