Son 87 patriotas los que pueden salvar a la patria de la ruina política, social, económica, pero sobre todo moral que vivimos hace más de un año. 87 votos como mínimo que se necesitan para vacar por incapacidad moral permanente al presidente Pedro Castillo Terrores quien quiere convertir al Perú en su chacra, enlodando las instituciones tutelares del país, sin ninguna pudicia ni rubor. La última vergüenza ha sido el haber presentado desde el ejecutivo un proyecto de ley que busca denominar el día de Santa Rosa de Lima como el “día nacional de las personas desaparecidas durante el período de violencia 1980 – 2000”.
Hay que ser bien miserable para cambiar la celebración por el día de Santa Rosa de Lima (patrona de la Policía Nacional) por la de: “los desaparecidos” de la guerra contra la subversión. Es un mensaje no tan tácito de esta gentuza que gobierna Palacio, de rendir honores fundamentalmente a las huestes terroristas marxistas leninistas maoístas de Sendero Luminoso, que destruyeron al Perú y a miles de compatriotas por aquellos tenebrosos años.
Ni el baldón de tener a su cuñada (o presunta hija) del presidente Castillo en prisión por graves hechos de corrupción como Yenifer Paredes hace recapacitar a este sujeto de la dimensión oscura de sus actos. Ni siquiera el hecho de la inminente detención de su esposa, la primera dama Lilia Paredes, o la detención de su ex secretario personal (hoy colaborador eficaz) Bruno Pacheco, o la fuga de los corruptos sobrinos y el ex ministro Juan Silva, hacen que el jefe de estado tenga un poco de dignidad y renuncie a la presidencia de la República. Es por ello que la única solución a la vista es conseguir como mínimo a 87 patriotas en el Parlamento que puedan destituir al señor Pedro Castillo, vacándolo de la presidencia. Lamentablemente esos votos calificados no existen, primero porque las bancadas de coalición en el Congreso de los partidos que llevaron a Castillo a ganar la primera magistratura suman alrededor de 38 votos.
Si a esto le sumamos los votos de sus aliados de la izquierda de Verónica Mendoza de Juntos Por el Perú, y de más una docena “de niños” vendidos al gobierno por prebendas, obras y coimas de por medio, veremos que no existen más de 75 congresistas que quieran apretar botón verde para vacar a Castillo. Número insuficiente para conseguir salvar al Perú del destino desgraciado en el que está sumergido. ¿Qué queda? Tres opciones: Destituir a las más de docena de “niños” del Congreso por severos actos de corrupción, y con el voto de los nuevos accesitarios poder lograr raspar el número suficiente para la vacancia. La segunda opción es modificar el artículo del Reglamento del Congreso (con mayoría de apenas de 66 votos) para bajar la valla de los requisitos de la vacancia a menos de 70 votos, que entiendo, sí existen.
La última salida: las manifestaciones populares en las calles que exijan “que se vayan todos”, y así se pueda recuperar la dignidad de este Congreso, que, en verdad, es una lágrima.
(*) Candidato a la Alcaldía de Lima por APP
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