Opinión

121 años del “equipo del pueblo”

Por: Tito Ponte Silvera

El 15 de febrero de 1901 un grupo de jóvenes amantes al balompié, que pichangueaban con pelota de trapo en la calle Cotabambas, del barrio de Chacaritas, propusieron llevar su amor por el deporte a niveles más grandes. Fue así que fundaron el Club Sport Alianza, adoptando el nombre principal, que se mantiene hasta la actualidad, en honor a la caballeriza Alianza, que pertenecía al exmandatario Augusto B. Leguía. Ese fue el nacimiento del equipo más longevo de la primera división del fútbol peruano.

Alianza Lima cumple 121 años y no solo por los almanaques desplegados, sino además porque han podido reproducir y enmarcar una historia inolvidable con hazañas y futbolistas que marcaron la pauta dentro y fuera de nuestras fronteras. Hablar del “Rodillo Negro”, por ejemplo, es relatar uno de los capítulos más fantásticos que atesora la institución íntima, es mencionar a futbolistas como el mítico Alejandro Villanueva, José María Lavalle, Alberto Montellanos, Alberto Soria Ortega, Juan Valdivieso y Jorge Koochoi Sarmiento, piezas de esa máquina de fútbol que logró marcar un precedente y una característica particular en el ADN del futbolista Blanquiazul. Así como se lograron hazañas inigualables, como la recordada goleada ante Estudiantes de la Plata por 4-1, en el nuevo siglo, también podemos apuntar el 4-0 sobre Oriente Petrolero en 1978, el marcador más abultado que un equipo peruano haya podio conseguir en la Copa Libertadores. A eso le podemos sumar el gol más rápido en la historia del certamen convertido por Félix Suárez a tan solo seis segundos en la victoria sobre Independiente de Santa Fe de Colombia en 1976. Reseñas que demuestran la grandeza de este grande del balompié nacional.

A la memoria en estos 121 años, se recuerdan figuras como Teófilo “El Nene” Cubillas, uno de los futbolistas más entrañables de la historia de este club, que batió récords, conquistó títulos, y desperdigó su fútbol por el mundo llevando la sangre íntima con él. Pedro Pablo “Perico” León, un fuera de serie que hasta el “Rey” Pelé se rindió a sus pies por su gran talento y capacidad para jugar. Víctor “Pitín” Zegarra, símbolo y jerarquía por su dominio con el balón, anotando 128 goles en 369 encuentros, refrendando esos datos con aquel tanto marcado a Boca Juniors en el triunfo por Copa Libertadores en 1966. No se puede olvidar a César Cueto, literalmente “El Poeta”, un grandilocuente futbolista, artista de primer nivel, que jugaba para el público y el equipo con el mismo nivel y productividad.

Esta columna rebasará los caracteres si continuamos mencionando nombres, pero uno de los que hoy no está siempre es importante mencionar: Luis Escobar, “El Potrillo”, una estrella que brilló de manera efímera, pero dejó una huella imborrable. Fue un jugador que se perdía de vista por su potencial, con los pies y con la cabeza. No cabe duda que su generación enlutó al Perú y, además, dejó huérfano de fútbol durante décadas al balompié nacional. De ahí podemos saltar a figuras como Waldir Sáenz, goleador histórico, y a Jefferson Farfán, Paolo Guerrero, Claudia Pizarro, André Carrillo, quienes demostraron su talento en menores y en primera, para luego dar el salto glorioso al fútbol Europeo. Son 121 años de grandeza de un club que se puede caer mil veces, peros se levante. Es la esencia de un campeón.

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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