Opinión

Ya no llores por mí, Argentina

Por: Alberto Bajak Miranda

Electoralmente, se acabó en Argentina la sempiterna fórmula socialista del subsidio, la prebenda, la subvención, la ofrenda barata, los donativos y las canonjías para perpetuarse en el poder a costa de una posibilidad liberal de cambio y transformación que encarna brillantemente Javier Milei.

Se inicia la soflama de la libertad económica, del trabajo, y del capital en lugar de la política empobrecedora y corrupta del peronismo trasnochado, venciendo el miedo y el asistencialismo permanente de estipendios y regalos tradicionales que tenían embrutecida a la sociedad argentina.

Este artículo puede avizorar que, con Milei a la cabeza, se acaba el ciclo de crisis inflacionaria, producto de experiencias económicas caducas consolidadas a través de años de peronismo. Los argumentos macroeconómicos y la metodología que ha llevado Argentina en materia socioeconómica a una gravísima crisis concluyen con las reformas de Hayek y Misses que aplicará el economista ganador de la elección presidencial de noviembre.

Debemos señalar que el socialismo económico keynesiano de Alberto Fernández y el peronismo kirchnerista de décadas han empobrecido a la Argentina a niveles de catástrofe nacional con 40% de pobres en un país extremadamente rico. El triunfo de Javier Milei desmorona tres conceptos fundamentales que paso a señalar:

1. El peronismo es una religión que tiene idiotizada a la sociedad argentina. La gratificación económica fue su estrategia de hipnosis política para la predominancia en el poder. Es una especie de opio populista, que causa efectos narcotizantes en los ciudadanos argentinos. El kirchnerismo ha sido pródigo endulzando a sindicatos poderosísimos y segmentos pobres de la sociedad que disfrutaban con este alucinógeno progresismo social, trasladando el favor, en votos disciplinados y cautivos para el peronismo que postulaba a Massa.

2. Las sociedades latinoamericanas psicopatológica e increíblemente, aún siguen votando por ladrones. Lula en Brasil es un ejemplo claro. Adicionalmente, recordemos el famoso dicho popular justicialista: “Mujeriego y gran ladrón, pero nosotros amamos a Perón”. Pero con el triunfo de Milei, se quiebra esta premisa, por lo menos en Argentina.

3. La política económica tradicional de contribuciones, ayudas, asistencialismo radical y emisión de moneda sin respaldo, para robustecer el populismo marxistoide auspiciado por el Foro de Sao Paulo, se termina indefectiblemente, debiendo eliminarse ese flagelo de la hiperinflación que convirtió a la Argentina, en un país con indicadores de país africano.

La nueva Evita: Cristina Kirchner, ya no podrá cubrirse judicialmente de las demandas de robos y cohechos y con esta derrota, debe ser juzgada en fueros judiciales independientes manchados de peronismo. La economía argentina cambia a una etapa de reformas políticas y económicas de derecha que Milei maneja a la perfección.

Por último, Milei meritoriamente, ha dado un gran paso electoral para eliminar y aplastar esta escoria socialista de Sudamérica para los próximos años.

(*) Analista politico

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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