Dijimos en un artículo anterior que las probabilidades de una vacancia declarada por el Congreso eran muy bajas. Ahora tenemos los resultados, 55 a favor, 54 en contra y 19 abstenciones. Esto contrasta con la votación de la admisión a debate que fue 76 a favor, 41 en contra y 1 abstención.
Los que mantuvieron su coherencia son Fuerza Popular 23, Avanza País 10 y Renovación Popular 9 a favor de la vacancia. Sin votos en contra ni abstenciones.
Es lógico que los oficialistas votaran a favor del presidente Castillo: Perú Libre 32, Perú Democrático 7 y Juntos por el Perú 5, sumaban 44 con lo que bloquean cualquier vacancia, ahora o en el futuro.
Pero a estos se suman otros votos que es pertinente analizar. Alianza para el Progreso dividió cinicamente su voto: 7 a favor, 5 en contra, 3 abstenciones; en este caso dejamos expresa constancia que los votos de la doctora Gladys Echaiz y Roberto Chiabra han sido siempre consistentes y lo ratificaron votando a favor de la vacancia.
Somos Perú le siguió los pasos con 2 a favor, 3 en contra, seguro bajo instrucciones ladinas de Martín Vizcarra.
El Partido Morado no se queda atrás 1 a favor 2 en contra, contradiciendo a Francisco Sagasti quien al decir que Pedro Castillo “no sabía diferencia lo correcto de lo incorrecto, ni el bien del mal”, había definido nítidamente la causal de incapacidad moral permanente.
Estos tres grupos juegan a dos manos para tratar de quedar bien con ambas partes.
Pero quien más llamó la atención fue Acción Popular que tuvo solo un voto a favor, y, si votara la presidenta, hubieran sido 2, para tener 13 abstenciones.
En este caso parece que los “niños” ganaron la votación interna llevando al partido de la lampa a un descrédito enorme con motivaciones crematísticas para algunos de ellos.
A estos se suman otras tres abstenciones de no agrupados.
El Congreso ha perdido y con ellos el país que tendrá que buscar otras rutas para enderezarse.
No faltarán voces que se levanten por el “que se vayan todos” al encontrarnos en este punto muerto del cual no hay como salir; el Congreso no puede vacar al presidente, el presidente no puede cerrar el Congreso.
Mientras tanto, el costo de vida empieza a aparecer amenazante para la ciudadanía y puede convertirse en el elemento que termine dándole fin al gobierno ante una gran protesta popular por los altos costos y los sueldos congelados. El tiempo tiene la palabra.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
