Opinión

Un voto de confianza al Gabinete

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La presentación del Gabinete ministerial no solo nos ha permitido aquilatar, con mayor detalle, el plan del Gobierno del presidente Pedro Castillo, sopesar sus intenciones y despejar algunas dudas, sino también conocer más a cada uno de los congresistas. Sabemos más de los defectos y cualidades del equipo de ministros, pero también de las capacidades y las carencias de preparación, conocimiento y criterio de nuestros parlamentarios. Salvo algunas excepciones, el balance es negativo.

No se espera un dechado de virtudes, casi nunca lo hemos tenido, pero el Gabinete de Guido Bellido era el primero, la carta de presentación del gobierno y, por lo tanto, se debió tener mucho cuidado en armarlo. Fue un grave error no revisar minuciosamente las hojas de vida y los antecedentes no consignados en ella de las personas que iban a integrar el equipo ministerial que le iba a abrir el camino a este régimen.

Las deficiencias de los integrantes del Gabinete ya las conocíamos por informaciones de la prensa. Nos las recordaron, con algunos pormenores, varios congresistas durante la maratónica exposición de dos días en el hemiciclo del Palacio Legislativo.

En realidad, lo que mayor sorpresa nos causó en estos días de exposiciones es la falta de preparación y condiciones de gran parte, prácticamente la mayoría, de los congresistas para desempeñar la importante función de representar a la nación, dar leyes, fiscalizar permanentemente y ejercer el control político, con la finalidad de contribuir al desarrollo económico, político y social del país.

No se espera que los congresistas necesariamente tengan un verbo florido y posean brillantes condiciones retóricas. Además, ya sabemos que esas cualidades, las de hablar bonito, no son garantía de eficiencia, buenas voluntades y que tampoco son un antídoto contra la corrupción. Sobran ejemplos de políticos que eran brillantes al hablar, pero decepcionantes a la hora de ejercer sus funciones por su incapacidad y tendencia a la corrupción. Un currículo lleno de pergaminos académicos, también lo sabemos, no es necesariamente garantía de una eficiente labor.

No pedimos mucho. Solo que sean personas con ciertas cualidades y un nivel de preparación adecuado. Hay varios congresistas destacables, eso sí. Esperemos que ellos les enseñen el camino a los demás. En todo trabajo se aprende cada día. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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