Opinión

Un caramelo para Dina

Por: Francisco Diez-Canseco Távara

La premisa es muy clara: es inaceptable la agresión sufrida en un acto público en Ayacucho por la Sra. Boluarte, quien en su calidad de presidenta de la República personifica a la nación, nos guste o no nos guste (a mí, como al 90% de los peruanos, me parece también inaceptable la gestión que viene realizando).

Dicho esto, cabe preguntarse: ¿Qué hacía nada menos que la Jefa del Estado repartiendo caramelos durante ese mismo evento mientras inauguraba una obra pública? Ese tipo de clientelismo recuerda la vieja estrategia del pisco y butifarra durante las elecciones civilistas de comienzos del siglo pasado y, con mayor proximidad cronológica, los repartos de bolsas de arroz y otras gracias de las corruptas maquinarias electorales populistas que aún ensucian nuestro escenario político.

Por la vía de los hechos se ha vuelto a comprobar que, como lo señaló la propia Sra. Boluarte, el mentado plan Boluarte de seguridad ciudadana anunciado por su presidente del Consejo de Ministros no existe. La evidencia anterior fue el exitoso asalto de unos delincuentes que condujo al desvalijamiento de los policías escoltas de su propio hijo, unos días antes.

La respuesta política lógica ha debido ser la renuncia inmediata del ministro del Interior, pero la Sra. Boluarte, siempre tan acertada en sus decisiones conjuntas con Otárola, decidió, en cambio, cortarle la cabeza al jefe de la policía.

Es más de lo mismo y de lo de siempre: si no existe plan de acción frente a la delincuencia y los actos de violencia cada vez más frecuentes, ni mucho menos propósito de enmienda, ¿de qué sirve la conferencia internacional convocada por el Canciller para tratar y coordinar la lucha de este flagelo con los regímenes de otros países?

El recambio del jefe de la policía es otro saludo a la bandera: ¿hasta cuándo se va a seguir con la farsa de pretender que las cosas se pueden arreglar con anuncios altisonantes y redadas mediáticas mientras poderosas organizaciones criminales como el Tren de Aragua siguen su inexorable avance coimeando a policías corruptos, de esos que se paran en las esquinas para “controlar” el tránsito con rotura de mano de por medio?

El deslumbramiento del poder que aqueja, conjuntamente con su incapacidad de gestión, a la Sra. Boluarte no puede ni debe seguir hundiendo al Perú.

Necesitamos elecciones generales adelantadas. No ese caramelo. Punto.

(*) Presidente de Perú Acción

(*) Presidente del Consejo por la Paz

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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