
Este año será una época sumamente importante para el Perú y el mundo. Por lo pronto el 20 de enero asume por segunda vez la presidencia de los Estados Unidos el republicano Donald Trump quien ha dicho que acabará con las guerras entre Ucrania y Rusia, así como los conflictos en el Medio Oriente, y que tendrá la solución de millones de venezolanos que sufren la tiranía del régimen de Nicolás Maduro.
A propósito de ello, el 10 de enero en Venezuela es la juramentación del mando presidencial en la que el legítimo presidente Edmundo González Urrutia y la lideresa Corina Machado fueron desplazados fraudulentamente por el usurpador, dictador Maduro y su cofradía malévola. González y Machado han prometido retornar a Venezuela para asumir el mando que legítimamente conquistaron en las urnas con mayoritario reconocimiento internacional a pesar de las amenazas de represión y encarcelamiento del régimen dictatorial. Por otro lado, en el Perú se avecina un período pre electoral, en el que más de 30 “partidos políticos” ya están inscritos para dicha lid que se desarrollará en abril de 2026, sin contar las más de diez agrupaciones que siguen en cola en busca de ser habilitados por el Jurado Nacional de Elecciones.
En cuanto a la economía anhelamos todos que el crecimiento económico sea de una mejoría notable sobre todo porque el precio internacional de los metales, para bendición del Perú, se ha disparado hasta la estratósfera. El precio de la onza de oro está en 2700 dólares, más del doble que en las épocas doradas. En el tema institucional el legislativo se apresta a volver al sistema bicameral del que nunca debió salir.
El retorno del Senado augura una mejor calidad de leyes, una mayor reflexión legislativa, y por sobre todas las cosas una visión de estado, una visión más nacional del Congreso. Solo esperemos que sus nuevos representantes estén a la altura de las circunstancias, y que tengamos un nuevo Parlamento con los mejores cuadros políticos, con gente preparada, inteligente y honesta, que es algo que en su mayoría ha adolecido la composición de este último Congreso.
Y en cuanto al Ejecutivo, esperemos que la señora Dina Boluarte se dedique a trabajar por los temas importantes del país, que son la inseguridad ciudadana, la lucha contra la pobreza y la generación de empleo con mayor crecimiento económico. No queremos una presidente frívola que esté inmersa en el bótox facial, los relojes Rólex, o en encubrir las fechorías de su familia o de sus allegados partidarios. La labor de los partidos políticos será clave para llevar el próximo año a los mejores cuadros partidarios a la escena pública, pero para ello se deberá trabajar desde hoy.
(*) Exvicepresidente del Perú.
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