Opinión

Transporte urbano de pasajeros es vital para desarrollo y crecimiento del Perú

Por: Gregorio Torres Gonzales

La deficiente aplicación de la ley 27181 que establece los lineamientos generales económicos, organizacionales y reglamentarios del transporte en todo nuestro territorio, viene siendo aplicada de acuerdo al color político de turno, motivo fundamental de la actual situación deficiente del servicio, con flota antigua, con una variedad de modelos y tamaños de vehículos, de rutas con itinerarios que no satisfacen las necesidades de los usuarios, congestionamiento vehicular que genera pérdidas de horas-hombre, horas combustible, contaminación al medio ambiente, accidentes con consecuencias fatales, etc. además estamos compitiendo con servicios ilegales e informales, que deslealmente afectan a los autorizados, con nula fiscalización.

Lo peor, la autoridad en lugar de cumplir con su función y desarrollar un servicio sostenible, siempre culpa a los empresarios transportistas de estos problemas, siendo ella también la responsable directa, a través del tiempo, de esta situación. Quien ha escrito este primer comentario sobre el transporte urbano es quien en nombre de los transportistas participó en la elaboración del primer reglamento del servicio público de transporte urbano, en el año 1965 aprobado con el D S. 009 – 65 – MTC. También representé a los transportistas en la elaboración de la ley 27181, en el año 1999, vigente hasta hoy, asimismo en el Reglamento Nacional de Administración del Transporte Terrestre con D.S. 017-2009- MTC y en todos los demás reglamentos que contiene esta ley.

Los transportistas privados hemos logrado la renovación de nuestras unidades, con las cuales servimos en Lima, Callao y en el Perú entero, y que son la mayoría de vehículos que hoy transitan por las calles, incluyendo a los corredores complementarios, y sin apoyo de ninguna autoridad.

Si la ley autoriza reglamentariamente desde hace mucho tiempo la propiedad individual vehicular de las unidades, así uno se puede afiliar a un gremio o consorcio con contratos de vinculación, por qué ahora la ATU desea, según ella para integrar el sistema del servicio urbano, que la flota sea propiedad de los operadores (empresas) y no de las transportistas individuales eliminando de esta manera dichos contratos de vinculación entre un propietario individual de un vehículo y la empresa.

Todos estamos de acuerdo con el mejoramiento del servicio, con vehículos masivos y con nuevo sistema integrado de transporte, pero con diseños de rutas que satisfagan las necesidades de servicio de los ciudadanos en general, con reglas claras y no sorpresas sacadas debajo de la manga. El desarrollo de las ciudades empieza con un buen sistema de transporte y sobre todo con rostro humano.

(*) Presidente de la Confederación General del Transporte

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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