¿Seguiremos los peruanos a la deriva, confundidos con candidatos que no ofrecen ninguna garantía? ¿Seguirán siendo incompetentes y corruptos para llevar un país adelante? ¿O quizás hoy acabe esa incertidumbre y veamos el faro que nos ilumine el camino? ¿Quién se sentará en el sillón presidencial? ¿Será alguien que realmente ame al Perú de verdad y profundamente? ¡Esperemos que sí! El país necesita un líder, mujer u hombre que como principio básico tenga amor por él y lo respete. El Perú es un todo. Y el compromiso que debe asumir esa persona es complejo. Por eso esa relación debe ser intensa y clara para que podamos salir adelante. Si no lo siente así, es falsa, no sirve para nada. En las campañas se pueden hacer muchas promesas, pero en el gobierno es donde demostrará su liderazgo desde el primer día que asume el cargo. Trabajar y no robar. En estos últimos años tuvimos lo peor de lo peor. En otros tiempos estos malos presidentes hubiesen sido juzgados y ejecutados en la misma Plaza de Armas.
Los candidatos ofrecen todo para mejorar la economía. Es cierto que es uno de los ejes principales de la gestión de un gobierno, pero el Perú no sólo necesita mejorar la economía también es urgentísimo enfocarse en salir de la pobreza social, educativa, moral y cultural para dar un cambio radical como sociedad.
¿En ningún debate se ha hablado de la cultura, por qué? Y no me refiero solo a la cultura que es una fuente inagotable de nuestro pasado e identidad en todos los ámbitos. Me refiero a la cultura como vehículo para el desarrollo del ser humano. Las artes, la música, la danza, el teatro, la literatura, la pintura, etc. El arte sensibiliza, crea una relación interna de reflexión que te hace pensar en el otro, creando empatía y desarrollando la creatividad. Requiere disciplina, entrega y compromiso.
Durante décadas hemos visto pasar presidentes de diferentes posturas ideológicas y todos con gestiones lamentables y hacia la cultura casi nulas. Con un desconocimiento casi general de los temas culturales. En esta campaña electoral esto no varía mucho, a excepción de dos partidos que proponen algo más concreto, los demás, solo tienen propuestas que más parecen un formato, un cliché para salir del paso. Quizás si alguno apostara realmente y sin egoísmos por la cultura desde la educación temprana, en un mañana no tan lejano tendríamos líderes con una visión más solidaria, justa y humanista para tener el Perú que tanto soñamos. Ojalá esto no sea sólo un sueño.
El futuro depende de nosotros. Elijamos bien. Dicen que cada país tiene el gobernante que se merece. Ojalá nos merezcamos un presidente honesto. ¡Ya es hora!
(*) Comunicador & Productor
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