No puedo negar que cuando vi el flash electoral, me emocioné, no por el resultado obtenido por Pedro Castillo, sino por ese grito de sufrimiento de ese Perú no ignorante, sino ignorado. Ese Perú que representa ese gran colectivo de maestros con el que me identifico, pues mi madre también es maestra.
No concuerdo con las políticas propuestas del partido Perú Libre, pero eso no quita que salude la alegría de quienes confiaron en dicho proyecto. Ustedes representan el Perú profundo olvidado que hoy alza su voz. Su mejor alianza no debe ser con los falsos progresistas y liberales que haciendo uso de sus banderas engañan al pueblo.
Que nadie les diga que son menos que nadie. El mundo reality ha fracasado. Esto es democracia y es de demócratas respetar los resultados. Hace más de 5 meses, sostenía que en un país tan fragmentado como el nuestro, Keiko Fujimori pasaría a la segunda vuelta. Nadie me creyó. El voto fujimorista duro, está ahí, muy latente y tampoco lo respetamos. En estos momentos y aunque cueste aceptarlo, Fujimori representa, no un continuismo de lo ya establecido, sino tal vez la garantía de una libertad económica a la que debemos siempre apuntar.
Antes de que te adelantes, te digo que el fujimorismo de Alberto es tal vez todo lo que mencionas, pero el Perú se recuperó. El Perú creció, desigual, pero creció. Lo tuvimos todo para ser líderes en la región. ¿Qué pasó? Nuestros gobernantes de turno sucumbieron ante el poder. Dejemos de creer en la falsa decencia de aquellos que son promovidos por quienes nos imponen a esos mismos que en cada nuevo gobierno nos decepcionan, tan igual o más, que el mismísimo Alberto Fujimori.
Familias enteras se siguen contagiando, muchos peruanos siguen muriendo, las cifras son alarmantes y ante la falta de trabajo no todos pueden llevar un pan a su mesa. Por ello, sin perjuicio de quien llegue a la presidencia, sea Pedro Castillo o Keiko Fujimori, debemos deponer actitudes dejando a un costado los odios, consecuencia del prejuicio de los polos políticos opuestos que representan y del actuar de los gobernantes del pasado. Urge un compromiso mutuo para sacarnos de esta situación pensando en la gobernabilidad. A nosotros nos tocará la responsabilidad democrática de elegir el mejor plan y equipo de gobierno.
En víspera de cumplir 200 años de nuestra independencia, no estamos para más guerras sucias. Suficiente tenemos con esta pandemia que nos ubica en una situación crítica. Anhelo que por primera vez nuestro voto sea realmente pensando en lo mejor para el Perú, sin miedos, sin odios y sin rencores. Es momento de demostrar de qué estamos hechos.
¡Viva el Perú!
(*) CEO Apublima, Especialista en Comunicación Política
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
