Opinión

Prefieren la quincena antes que la historia

Por: Omar Chehade Moya

Esta semana se dio un hecho vergonzoso, pero no sorpresivo en la turbulenta política nacional, donde el Congreso por ajustada mayoría le otorgó el voto de confianza al impresentable gabinete de Aníbal Torres. No importaron las pésimas señales que continúa dando el ejecutivo, ni las provocaciones del propio presidente Pedro Castillo al colocar en los cargos más importantes del gobierno a incapaces, curanderos, acosadores o personas que están comprometidas en hechos de corrupción. El mensaje que oferta el jefe de Estado, es similar al tango argentino “Cambalache”, del autor Enrique Santos Discepolo: “Vivimos revolcados en un merengue, y en un mismo lodo todos manoseados. Nada es mejor, da los mismo un burro que un gran profesor, hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, choro, generoso o estafador, no hay aplazados ni escalafón, los inmorales nos han igualado. Si uno vive en la impostura y otra roba en su ambición, da los mismo que seas cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón”.

Lo inaudito es la postura del Congreso que debería ser el contrapeso, el equilibrio en un estado constitucional y social de derecho, ante las miserias del Poder Ejecutivo. El Parlamento está obligado a defender los intereses de la nación, y no priorizar su beneficio particular. Lamentablemente esto es lo último que ha sucedido el martes pasado, cuando por 62 votos contra 58 el Parlamento dio el voto de investidura al cuarto gabinete ministerial de Castillo. Como siempre las argumentaciones cínicas abundaron: “lo hicimos en favor de la gobernabilidad”, otros: “a pesar que el gobierno viene fallando, hay que ejercer control político, pero no censurarlo porque no queremos desestabilizar al ejecutivo”. Los que votaron en abstención tuvieron más imaginación y manifestaron: “como no estoy de acuerdo con este gabinete voté en abstención”, todo un cinismo sin límites.

La verdad de las cosas es que los que votaron a favor del gabinete o en abstención, hicieron una suma y resta con calculadora en la mano para no censurar al ejecutivo y darles el voto de confianza y así “no gastar la bala de plata”, porque saben que en una segunda censura parlamentaria a otro gabinete el Congreso podría ser disuelto constitucionalmente por el presidente. Esta pobre gente que dice ser representantes de la nación, prefiere la quincena de su sueldo, antes que la historia que los juzgará como congresistas que privilegiaron sus propios beneficios antes que los grandes intereses de la patria. Baldón y castigo recaerá sobre ellos.

Amigo lector, grábese bien los nombres de estos felones de nuestra historia, con el agravante que muchos de ellos votaron así, porque fueron “seducidos” por el gobierno para darles presupuesto para obras en su región, y luego ser beneficiados con ilícitas comisiones de las mismas, y otros por temor a que el ejecutivo impulse los procesos penales entre otras denuncias en que varios congresistas están inmersos. Una pena todo esto, porque el Perú a causa del Congreso y del nefasto gobierno va directamente al despeñadero. Solo nos queda la gente en las calles.

(*) Ex vicepresidente del Perú y ex congresista de la República.

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Check Also
Close
Back to top button