Opinión

Pluriculturalidad y batalla cultural

Por: Luciano Revoredo

Al analizar la situación de crisis que vive el Perú, es fácil quedarse en lo superficial. Es cierto que enfrentamos un ataque coordinado por fuerzas subversivas, que la violencia desatada en el país no es resultado de una espontánea reacción popular, pero hay temas de mayor profundidad. Son los temas que tienen que ver con el fondo ideológico del asalto terrorista que el país sufre desde diciembre pasado.

Resulta evidente que detrás de todo el andamiaje de terror hay una ideología perversa. Un pensamiento que busca justificar la instauración de un modelo comunista en el país y con eso completar el control del continente. Le corresponde una vez más al Perú por su vocación y ubicación geopolítica ser el último bastión en el que se define la libertad de la región.

Pero hay algo más. Un tema que no podemos dejar de lado. Se trata de la batalla cultural que se debe dar simultáneamente con la recuperación de los espacios públicos y del debate político.

Si nos quedamos solo en la estrategia policial y militar o en un plan para el control político, podremos vencer, pero solo estaremos postergando el combate final y definitivo, que se ha de dar en el terreno de las ideas, en el plano de la cultura.

Uno de los elementos fundamentales en este aspecto es que el enemigo ha trabajado lentamente y sin pausa en la zona sur del país a través de la infiltración boliviana y el respaldo político y logístico del castrochavismo para vender la idea de la pluriculturalidad y sobre esa base dividir a los peruanos y ejercer un dominio cultural promoviendo incluso en un extremo la secesión del territorio nacional. Todo esto a través del Runasur y el MAS, el partido del narcotraficante y pedófilo Evo Morales.

Evo Morales al igual que otros líderes del castrochavismo es incapaz de hilvanar dos o más ideas que no sean el odio o la cundería, es un cretino con habilidades especiales para el latrocinio, un corrupto inescrupuloso.

Pero detrás de él hay personajes como Álvaro García Linera, intelectual boliviano que se define como “un marxista seducido por la insurgencia indígena”. Según García Linera para ser marxista es necesario ser indigenista, esto lo llevó en su momento a ser parte del movimiento subversivo Túpac Katari, decisión que pagó con la cárcel.

Este sujeto es el creador de la idea de estado plurinacional. Idea que compraron los comunistas chilenos y que quisieron colocar en el mamotreto de proyecto de constitución que para bien de ese país se rechazó en las urnas. En el Perú es una de las banderas de los subversivos que tienen al país en vilo. Y “cuentan” con un falso respaldo legal que es el Convenio 169 de la OIT, sobre pueblos indígenas y tribales. Un falso respaldo porque en realidad lo manipulan y tergiversan.

Para comprender a cabalidad este difícil asunto se realizará este miércoles 1 de febrero una conferencia a cargo de Javier González Olaechea con los comentarios de Luis Benavente y Alfonso Baella. Organiza el Instituto La Abeja con el auspicio de la Coordinadora Republicana. El Ingreso es libre a las 8 PM en el Instituto Porras Barrenechea (Narciso de la Colina 398 Miraflores).

(*) Analista Político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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