¿Perú debe plantearse conseguir medallas o solo participar en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024?

Hemos repetido en más de una oportunidad desde esta tribuna, que es plausible y elogiable el esfuerzo de la delegación peruana. No se discute, sobre todo por lo que tienen que sacrificar para clasificar a unos Juegos Olímpicos.

Pero, no podemos ser simplistas ni mucho menos conformistas. Si queremos tomar protagonismo, al menos en la región, debemos hacer la critica respectiva. Se retrocedió en muchos aspectos, a pesar de que el presupuesto superó a lo invertido para el proceso de Río 2016.

Entonces, la pregunta es: ¿se utilizó adecuadamente ese dinero para la preparación de deportes y atletas? Sobre todo, ¿hubo buena gestión durante los últimos cinco años? Si los resultados hablarán, dirían que no.

No podemos decir que se “va por buen camino”, cuando un nefasto sistema deportivo continúa con el mismo círculo vicioso: una corruptela que se reparte cargos a diestra y siniestra. El deporte peruano también debe tener un cambio urgente.

Durante el 2020 criticamos el hecho de haberse tomado la decisión de reactivar el deporte de una manera inaudita, sin un planteamiento serio ni acorde. Hicimos la comparación con países como Colombia, Ecuador y Venezuela que realizaron una campaña en conjunto, incluso, para enviar a sus deportistas clasificados a entrenar a España: ¿por qué Perú no lo hizo?

La falta de criterio y voluntad se evidenció en el IPD, una institución que en la actualidad dirigen funcionarios incapaces, excluyentes y que sólo atienden los problemas que los benefician y que consideran importantes para ellos. No se puede permitir que dirigentes como éstos sean quienes manejen el deporte peruano.

Desde Barcelona 1992 Perú no consigue ganar una medalla olímpica, cuando el tirador Juan Giha se colgó la presea de plata en la modalidad Skeet. Ya son 29 años de sequía, y no cabe duda que la mayor responsabilidad pasa por la calidad de la DIRIGENCIA deportiva, que perturba e impide el desarrollo de los atletas y de una diversidad de deportes.

Los medios de comunicación también se llevan su parte, porque nunca han alimentado a generar una cultura deportiva a la sociedad, salvo cuando llega el magno evento.

Esperemos que todo cambie pronto, y el DEPORTE sea uno solo. Sería importante tratar de una vez por todas el proyecto de un MINISTERIO, similar a lo que hicieron países como Colombia y Ecuador. Se aprecian sus logros.

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