En los años cuarenta y cincuenta era la moda para traer al mundo una criatura, la utilización del FORCEPS, una especie de gran pinza de acero que los médicos utilizaban para extraer los bebés de las parturientas, técnica que dejó de usarse. Algo muy similar es la analogía del nacimiento del partido político MORADO. La sola participación de su líder, un economista colaborador del gobierno nacionalista del presidente Humala y de la primera dama de la Nación. Motivado por el apetito de engullirse el jamón, (término usado por el expresidente Sagasti) y favorito de este grupete de oportunistas sin recursos. Lograron agrupar un número importante de personajes defensores de la ideología de género, del medio ambiente, de la marihuana y del trans sexual ismo, apoyados según comentarios de muchos medios por el dinero que el emperador del mal, el dueño de la conciencia de muchos periodistas con sueldos en dólares, y con siete ONG operando en nuestro país. Si, me refiero a George Soros, el mismísimo representante en la tierra del mal Satanás, el organizador Julio Guzmán se hizo rápidamente conocido, con entrevistas, tanto locales como internacionales, ofreciendo en una de ellas entregar nuestra economía al Sionismo más extremo que existe. Para ello, convocó a cuanto caviar y caviaron se mostraban para armar su éxtasis Morado.
Así fue que uno de sus activos miembros, quizás el más serio con antecedentes de ser un buen militar, y legislador impulsador de la Sunedu, el general Mora, era lo más importante que podía mostrar este pequeñín líder político. No le duró mucho tiempo en que las hordas feministas desmarcaban al general ante un problema sucedido en su intimidad hogareña. No fue tanto el tiempo y el mismo dueño de un ego enorme es descubierto, en un nido de amor, nada menos que con una correligionaria. Cámaras indiscretas mostraron lo romántico de una sesión matutina por la mala suerte de un corto circuito que ocasionó que el fuego de los amantes se convirtiera en una tocata y fuga. Y videos indiscretos mostraron a una opinión pública inquisidora las condiciones atléticas del fugado. Pero, sobre todo, la ciudadanía descubriría la doble moral o rasero de este pequeñín vendedor de sebo de culebra.
Con toda esa corriente en contra, deciden no solo postular en estas últimas elecciones, sino que, también, en medio de la vacancia del LAGARTO, decidieron no votar por ella, socavando su propio partido Morado al enfrentarse con una carismática abogada, la señora Lizárraga, por quién manda a quién. ¿? Demostrando poca solvencia en decisiones políticas que se mostrarían meses después con una acción conjunta y calculada por Pancho Sagasti.
Con estos antecedentes los Morados lograron ponerse del lado de la corrupción más insana y perversa. El sabor y el olor del JAMÒN los trastornaba. Tenían a toda consta que apoderarse de las calles. Como el representante de IDL, contactos con las barras bravas, mucho dinero que repartir, harían del líder demócrata Manuel Merino, un infierno inesperado. Cuando todo hacía pensar que este presidente que liberó al país de la más profunda delincuencia económica y política recibiría los Laureles Políticos, los Morados con una red increíble de operadores de redes y dueños del FAKE NEWS, serían una banda de delincuentes liderada por un oportunista que ama el dinero y la buena mesa. Fueron seis días en que veíamos como se desfiguraba al BIEN para favorecer al MAL, como hordas de marchantes desobedecían la Ley de confinamiento, las mujercitas de los diversos canales se ofuscaban, incitando a que se diga MERINO NO ME REPRESENTA. La CONFIEP emitía juicios, El Comercio hacia lo de siempre, el Banco de Crédito se sumaba al estallido. En otras palabras, MERINO el hombre que se jugó a defender al PERÚ de las garras del delincuente apodado el LAGARTO, “no nos representaba”, era provinciano, no tenía título universitario, era un GOLPISTA.
Hoy la vergüenza la esconde cada uno de los que se unieron a la grita de noviembre pasado. Ahora muchos dicen MERINO SI ME REPRESENTABA. Es una pena de la incultura y los intereses de los medios de comunicación. Reflexionemos. Puede ser que tengamos tiempo para que MERINO SI NOS REPRESENTA.
(*) Exministro de Transportes y Comunicaciones
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