Opinión

Pactando con el enemigo

Por: Víctor A. García Belaunde

Después de publicado mi texto “El Expediente Prado” que cuenta con una edición y 3 reimpresiones, siempre ha habido personas que me han escrito o acercado para darme nuevos datos que podrían ser necesarios para ampliar mi trabajo en miras de hacer una segunda edición corregida, aumentada y definitiva para finiquitar la investigación referente a Mariano Ignacio Prado.

Una de las conclusiones que siempre he dicho en mis exposiciones y entrevistas, es que el general Prado desertó del cargo de presidente de la República porque no quiso combatir con sus socios chilenos, ya que estaba muy ligado al Banco de Valparaíso propiedad de la familia Edwards así como a otros capitalistas chilenos como Nicomedes Ossa, además de las amistades con familias tradicionales chilenas del siglo XIX.

Prado tenía una empresa minera llamada Sociedad de Minas de Carbón de Carampangue, que explotaba el carbón de piedra en la actual provincia de Arauco que se encuentra en la Región del Bio Bio en Chile. Prado desarrolló su negocio minero adquiriendo tres enormes fundos, Maquehua, Quilachanquin y Colico, y estas tres propiedades estaban unidas por un ferrocarril que trasladaba el carbón al puerto de Laraquete donde tenía una estación terminal, varias bodegas y hasta un muelle acondicionado para que el mineral sea negociado, embarcado y posteriormente usado por Chile. Es importante recordar que el carbón era el combustible de la época y era necesario para la navegación a vapor, así como de fuente de calor en los fríos inviernos del sur chileno.

Por eso es que tengo la convicción que el carbón de las minas de Prado servía para abastecer las calderas de los barcos chilenos que venían a atacar el Perú durante la guerra que nos enfrentara a Chile en 1879. Y además también he sostenido que las muchísimas propiedades de Prado ubicadas en suelo chileno pagaban a ese Estado las contribuciones de guerra a la que estaban obligados.

Me ha llegado un documento sorprendente, porque se trata de un poder que el ex presidente Prado otorga en plena guerra contra Chile al ciudadano chileno José María Necochea para que administre sus minas de carbón: “En Valparaíso, República de Chile a 28/10/1881… compareció el señor Carlos von der Heyde mayor de edad, de este domicilio… como mandatario… de Don Mariano Ignacio Prado, dijo: que confiere poder general amplísimo al señor José María Necochea, para representar al señor Prado como dueño de las minas de Carbón de Carampangue en todo lo relativo a dichas minas, a la venta de carbón, percibir todo valor, asegurar cargamentos, fletar buques… celebrar transacciones… hacer presentaciones i solicitudes ante el Supremo Gobierno o cualquiera otra autoridad… representar en juicio i fuera de el con amplísimas facultades al indicado señor Prado…”

Carlos von der Heyde era concuñado de Prado, y al no estar en condiciones de seguir al frente de las minas de carbón en acuerdo con el general Prado deja que Necochea se encargue del negocio minero en Arauco. ¿Y quien era el nuevo mandatario? ¡Pues nada menos que el alcalde de Valparaíso!

En octubre de 1881, Lima fue ocupada y saqueada por el enemigo, las ciudades del norte del país pasaron por lo mismo, así como en el interior del Perú, mientras esto sucedía el general Prado no estaba en la resistencia al lado de Cáceres, él seguía recibiendo las regalías que le producía sus negocios en Chile, descansando plácidamente en Tumaco, Colombia; New York; Londres o Paris. ¿Esto también linda con la traición a la patria?

(*) Excongresista

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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