Días atrás leí un caro aviso de página entera en un diario nacional, en que el Gobierno Regional de Junín, exhorta a una empresa minera, con la que el autor de esta columna nada tiene que ver, para que firme un convenio marco que la obligue durante todo el tiempo de sus actividades a solventar “… infraestructura, equipamiento y servicios en el sector salud, educación y transportes…”
La supuesta motivación para tal exigencia es que la empresa minera debe “cumplir su responsabilidad social con la región”. Todo ello suena muy bien, parecería ser inclusive que la empresa minera no cumple con sus obligaciones y que el Gobierno Regional la insta cordialmente a ello.
Bueno pues, las empresas realizan actividades de lucro, invierten para que ello les reporte beneficios, llámense utilidades o renta, en la que tratándose de diversas actividades también tienen participación sus trabajadores.
El lucro en forma alguna es “inmoral” como muchas veces ciertos sectores lo quieren hacer aparecer, pues las actividades que generan beneficio económico pagan sus impuestos, que son los ingresos con los que el Estado se sostiene y cumple -o mejor dicho debe cumplir- con prestar los servicios que le compete, como son salud, educación, infraestructura, seguridad y muchos otros conocidos. Sin impuestos el Estado no podría subsistir ni cumplir con sus deberes y, no habría impuestos si es que no hay quien los origine con sus actividades lucrativas, las que de suyo siempre implican riesgo, pues se puede ganar o perder y, de ser este último caso, no solo no se perciben beneficios, sino que se pierde el capital invertido.
Por otro lado, las empresas extractivas, como son las mineras, las de hidrocarburos, las gasíferas entre otras, además de pagar sus impuestos como cualquier actividad generadora de renta, adicionalmente pagan regalías, que no es otra cosa que el “precio” al Estado por lo que son recursos naturales de la Nación, esto es, de todos. Del Impuesto a la Renta que pagan, un porcentaje llamado “canon”, es la participación que tienen las regiones por la explotación de recursos provenientes de ella y adicionalmente hay el Impuesto de Promoción Municipal, que se paga en conjunto con el IGV, pero que se entrega íntegramente al municipio en que se encuentra la respectiva actividad económica.
En adición, hay empresas de actividades extractivas, que por propia decisión y sin que estén obligados, contribuyen con las poblaciones de las zonas en las que operan, para que tengan mejores servicios públicos e instalaciones. Lo hacen porque quieren, pues ya pagan sus impuestos y regalías.
Las Regiones y Municipios, son los que deberían dar todas las facilidades del caso a las explotaciones extractivas, no solo porque generan puestos de trabajo sino porque las retribuciones que pagan son mayores que el promedio y, porque además se van a generar otras actividades que proporcionan bienes y servicios a las empresas extractivas, con lo cual se mueve la economía de la región, provincia y distritos. No se pasen ni pasen el sombrero.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
