Opinión

¡No más mano blanda con criminales!

Por: Martín Valdivia Rodríguez

No solo decepcionan los actores políticos, los miembros del Ejecutivo y del Legislativo, sino también los funcionarios del Poder Judicial y el Ministerio Público. Los buenos —también los hay malos— efectivos de la PNP arriesgan la vida para capturar a avezados delincuentes, con pruebas contundentes de sus fechorías y con amplio prontuario, pero cuando los ponen a disposición del fiscal o el juez, muchas veces este dispone su libertad para que vuelvan a asaltar, robar, violar y asesinar. El caso más reciente es el de Cristopher Joseph Fuentes Gonzales (a) “Maldito Cris” —el hampón venezolano que mató al sereno de Surco—, quien tenía antecedentes por delitos que van desde robo hasta homicidio.

El historial delictivo de este sujeto empieza en el 2015 en Venezuela, donde fue detenido en varias oportunidades, pero quedó libre porque aún no tenía amplio recorrido. Sin embargo, las veces que fue capturado en el Perú, por sus antecedentes y las evidencias, no había razón para soltarlo. La última vez que “Maldito Cris” cayó en manos de la policía fue en mayo del 2022, luego de haber encañonado y arrebatado su celular a una joven.

El sujeto tenía en su poder una pistola y 16 equipos móviles robados, lo que, sumado a su historial delictivo, indicaba que le correspondía estar en prisión. Sin embargo, la fiscal María Elena Peña, de la 9° Fiscalía Penal Corporativa de Lima Norte, increíblemente lo dejó en libertad.

Meses antes, en diciembre del 2021, el hampón venezolano había sido intervenido por manejar en estado de ebriedad y en marzo del 2022 lo detuvieron por asaltar a mano armada un restaurante de Los Olivos. En mayo de 2022, le arrebató su arma de fuego a un vigilante de casino en La Molina. En febrero del 2023 fue filmado cuando, a balazos, le robaba su motocicleta a un policía, al que dejó herido.

Uno de sus más sonados crímenes fue el asesinato del suboficial PNP Jhonnathan Puga Macedo, a quien le disparó cuando cumplía su función como seguridad a la parlamentaria andina Leslye Lazo, en San Martín de Porres.

Si la fiscal María Elena Peña no hubiese dado libertad a “Maldito Cris”, el sereno Luis Manrique Pizarro no habría sido asesinado. Ella ya fue destituida, pero nada ni nadie garantiza que otros jueces y fiscales sigan soltando a este tipo de criminales que, si se cumple la ley, deben estar refundidos en la cárcel. Esta mala praxis no es nueva, es antigua y muy conocida. ¿Estará ejerciendo cabalmente sus funciones la Oficina de Control de la Magistratura? ¿Qué dicen en la OCMA?. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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