Opinión

Mediocridad y ordinariez juntas

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Los requisitos que cumplieron los actuales 130 congresistas para postular al cargo que ostentan fueron mínimos: ser peruano de nacimiento, haber cumplido 25 años y tener DNI. Con la ley que permite que los parlamentarios no necesariamente tengan estudios ni experiencia se trata de garantizar la representatividad democrática de la población. Así es en la mayoría de los países del mundo, pero en algunos ponen más énfasis en la reputación moral y los antecedentes penales. Pero no se crea que la preparación académica garantiza la eficiencia de la labor de un congresista peruano. Puede influir, pero no es determinante.

El año pasado, una congresista, que ahora está en el ojo de la tormenta por un bochornoso intercambio de favores con uno de sus colegas, decía que los que tienen título universitario “qué m… han hecho por el país”. “La que no tiene título, la que les habla, es una mujer de pueblo, de un barrio, de asentamiento humano (…)”, agregaba en esa oportunidad. Han pasado los meses y, con su conducta y sus palabras, esta señora está dejando mal a los barrios y asentamientos humanos, pues de estos lugares sí han salido personas decentes y trabajadoras, que gracias a su esfuerzo y talento llegaron a ser congresistas y realizaron labores meritorias. Como también hubo parlamentarios que no tuvieron estudios superiores, pero hicieron gestiones decorosas.

A la mencionada congresista le preguntaron si no sabía que una de las empleadas de su despacho tenía una supuesta relación sentimental con un parlamentario. Ella respondió que “yo no voy a estar preguntándole a quién te levantas o a quién no te levantas”. Increíble, pero cierto. Y los huaqueros del ciberespacio están haciendo circular ahora en las redes videos de TikTok donde la parlamentaria confirma que nadie le gana en decir lisuras.

Es decir, se han juntado la mediocridad con la ordinariez. Sin embargo, repetimos, también hay congresistas que sí tienen estudios superiores y hasta experiencia en gestión pública y en el campo empresarial, pero al final resultan una gran decepción. Tenemos, por ejemplo, al excongresista y ex comandante general del Ejército, Edwin Donayre, con mucha experiencia y educación él, quien terminó preso por corrupción.

Por eso, en las elecciones de abril del 2026, cuando se elija a diputados y senadores, los ciudadanos peruanos deben pensar bien su voto y no dejarse engañar por farsantes. Un congresista no solo debe tener capacidad y responsabilidad, sino también, honradez y decencia. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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