Opinión

Marchemos

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

Con fecha 19 de Julio del presente año 2023 comenzó a realizarse la denominada “Tercera Toma de Lima”, que sería en realidad una Marcha Nacional convocada en Lima y regiones del país que tendrían entre sus principales agendas de reclamo la renuncia de la actual presidente de la República, Dina Boluarte Zegarra, y el adelanto de las elecciones generales (presidenciales y parlamentarias), por lo que varias organizaciones sociales, entre sindicatos, colectivos y otros, han afirmado que participarán en las protestas sociales a nivel nacional.

En lo que respecta a Lima, diversos compatriotas habrían arribado a la capital, procedentes del interior del Perú para sumarse a las protestas, después de los asesinatos con arma de fuego de 49 compatriotas del sur del país, acontecidos durante la represión militar y policial en las ciudades de Ayacucho y Juliaca, respectivamente.

Si las primeras protestas de diciembre de 2022 y enero de 2023 tenían como objetivo lograr la renuncia de Boluarte y la convocatoria a elecciones adelantadas, en esta oportunidad serían parte de la agenda de reclamo el castigo por los asesinatos en mención, que habrían sido realizados a manera de ejecuciones extrajudiciales por las fuerzas del orden, de acuerdo a los informes de organismos internacionales de derechos humanos, sin ninguna sanción jurídica a la fecha, y sin ninguna responsabilidad política asumida por los ministros de Defensa, del Interior y del Presidente del Consejo de Ministros de turno a la fecha de los hechos.

Tales muertes acompañan al actual gobierno ejecutivo a manera de sombras, sea el lugar donde estén sus principales exponentes. Pero no se trata de marchar porque sea una convocatoria de movimientos sociales de “izquierda” o no.

De lo que se trata es de marchar por la defensa de los derechos humanos, en primer lugar, y, en segundo lugar, se debe marchar para cerrar el paso a la tiranía de los representantes congresales, al capricho mayoritario de los actuales congresistas, que no permiten a la población pronunciarse sobre si están o no de acuerdo con la formación de una Asamblea (Convención) Constituyente para confeccionar el proyecto de una nueva Constitución Política, que sería sometida a otro referéndum, en el sentido de que se aprueba o no el proyecto de nueva Constitución.

Se debe marchar para que la población se pronuncie sobre la revocatoria de los cargos de congresistas y de presidente de la República.

(*) Analista político

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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