Seguimos con el análisis de los vaivenes políticos y hasta de definición ideológica de los expresidentes del Perú. Una característica afín a casi todos los que llegaron a Palacio de Gobierno es el cambio de camiseta por una tonalidad diferente o de un color completamente distinto. Como aquel que tuvo que cambiarse el polo rojo por el blanco. En los últimos regímenes se ha tendido a las policromías y estos cambios, de alguna manera, han influido someramente en las gestiones. Para bien o para mal.
Ayer nos quedamos en el gobierno de Alejandro Toledo, quien cayó preso en Estados Unidos y ahora está con arresto domiciliario, afrontando un pedido de extradición de Perú. A Toledo lo sucedió, desde el 28 de julio del 2006, Alan García Pérez, quien en su segundo gobierno dejó el populismo y estatismo del primero, para mostrar un interés de favorecer la inversión extranjera con la finalidad de acelerar la integración del Perú con los grandes mercados mundiales y alentar al empresariado a inyectar sus capitales en el país. Es decir, dejó las posturas de izquierda para virar hacia la derecha. Le fue mejor.
En el 2011 asumió el mandato Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista. Aquí nos reservamos los comentarios por respeto a la prohibición dispuesta por las autoridades electorales. Ya más adelante habrá oportunidad de analizar el tema. El siguiente elegido por el voto popular fue Pedro Pablo Kukzynski, quien empezó su mandato en el 2016. Muchos consideraron, en ese momento, que se trataba del presidente más liberal en toda la región. En la práctica demostró ser más conservador y neoliberal. Su gobierno, que no marcó la diferencia, se vino a pique por tres escándalos. El primero, la revelación de la empresa Odebrecht del pago de US$4,8 millones a dos firmas de asesoría vinculadas a PPK. Luego vino el indulto a Alberto Fujimori “por razones humanitarias” que, en realidad, fue el resultado de un arreglo bajo la mesa con Kenji Fujimori y otros congresistas. Y, finalmente, se filtró en los medios peruanos un documento de la Unidad de Inteligencia Financiera de Perú que mostraba supuestas transferencias de dinero de Westfield Capital y First Capital a cuentas personales de Kuczynski. Antes que lo vaquen, tuvo que renunciar.
Luego asumieron, en diferentes circunstancias, Martín Vizcarra, Manuel Merino y Francisco Sagasti, pero ellos no fueron elegidos como presidentes por el voto popular, como ocurrirá mañana o el 6 de junio, pues lo más factibles es que haya segunda vuelta. Entonces veremos el color político y las características doctrinarias del nuevo inquilino de la Casa de Pizarro.