Opinión

Las opciones de Milei y Machado

La derecha tiene la gran oportunidad de equilibrar la balanza en el mapa político latinoamericano. En Argentina, Javier Milei (La Libertad Avanza) quedó en segundo lugar, pasó a la segunda vuelta y los votos del resto de los candidatos son más de derecha y de centroderecha, que de izquierda y de centroizquierda, por lo que tiene la mayor opción de ganarle en la segunda vuelta al oficialista Sergio Massa (Unión por la Patria), que se ubicó primero. En Venezuela, María Corina Machado (Vente Venezuela) fue elegida abrumadoramente, con más del 90% de respaldo, como candidata de la oposición en las elecciones del 2024.

Sergio Massa obtuvo el 36,68%, Javier Milei 29,99% y —aquí está el detalle— Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), 23,83%. Por afinidad política e ideológica, Milei ha vuelto a ser —también lo fue antes de la primera vuelta, según las encuestas— el favorito para ganar la segunda vuelta del 19 de noviembre en Argentina, pues la mayoría de los votos de Bullrich serían para él.

Milei era el favorito ante el candidato oficialista Massa, partícipe de un gobierno que ha conducido a Argentina a una terrible crisis económica y social con los subsidios y bonos que, precisamente, a Venezuela la llevaron al descalabro. Ante un gobierno peronista hundido en el descrédito, Milei tenía todas las de —al menos— quedar primero en las elecciones del último domingo. ¿Por qué Milei no ratificó su favoritismo en la primera vuelta? Por su discurso exageradamente radical, con propuestas que van desde privatizar las calles hasta legalizar la venta de órganos humanos. Se disparó a los pies. Ya analizaremos más adelante este detalle, que se torna interesante, pues demuestra el miedo que pueden causar las propuestas extremas, ya sean de derecha o de izquierda.

Pese a todo, para bien de Milei, el liberalismo es favorito en Argentina, donde a la izquierda no le alcanzaría para que en la segunda vuelta se imponga el denominado “mal menor”, que en el Perú ha sido decisivo en los triunfos de todas las elecciones, desde Fujimori hasta Castillo. A Fujimori lo apoyó la izquierda para que no gane Mario Vargas Llosa y a Castillo lo respaldaron la izquierda caviar y el centro para que Keiko Fujimori no salga elegida.

En cuanto a Venezuela, en el 2011, el fallecido Hugo Chávez ninguneó a María Corina Machado, entonces diputada. “Está fuera de ranking para discutir conmigo (…) Águilas no cazan moscas”, le dijo y le sugirió que “gane las primarias”. Después de 24 años de gobierno chavista, Machado ahora es águila y Nicolás Maduro, pupilo de Chávez, no llega ni a moscón. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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