Opinión

Un llamado a la serenidad del Perú

Por: Jorge del Castillo Gálvez

Mientras Perú se sumerge en una crisis de todo orden, algunos ciudadanos se han enfrascado en una batalla política para ganar o no perder espacio político, dependiendo del lado desde el que se observe el problema. Este artículo pretende hacer un llamado a la cordura y serenidad de la gente, posiblemente ofuscada por la pasión política, que no se percata de que mientras más duren sus confrontaciones, más se deteriorarán ellos mismos y el sistema político nacional.

Este ánimo confrontacional se ha extendido tanto que ha polarizado a la gente informada, pero se desarrolla al margen de dos tercios de la población que no sabe de qué se trata. Sin embargo, esa pelea de una minoría es suficiente para sumir al país en una mayor incertidumbre de la que ya teníamos. No es posible dar ningún paso hacia la recuperación política si no le damos estabilidad al país. Lo que se haga, bueno o malo, será criticado en medio de esta crispación. Por ello, es necesario restablecer las buenas formas que en política pueden ser también el fondo.

¿Cómo podemos pretender que las medidas que deben adoptarse para la seguridad ciudadana sean eficientes si el clima político está completamente alterado? A la debilidad institucional producto del desgobierno de los últimos tres años, que ha tenido 18 ministros del Interior, se suma la crítica ácida y la intolerancia. Se necesita articular un plan que ponga en la mira a la delincuencia organizada pero también al delito menor del arrebato que puede convertirse en un asesinato por la crueldad con la que se usa. Para ello, Policía, Fiscalía y Poder Judicial deben tener un nivel de coordinación que hoy no existe.

El BCR ha anunciado una inminente crisis agrícola, lo que hará que escaseen los productos alimenticios y por tanto haya subida de precios al consumidor. Esperemos que la nueva ministra de Desarrollo Agrario y Riego proponga un Plan de Emergencia que nos permita minimizar el impacto de este fenómeno natural.

Ni qué decir de la gravísima situación del sector Salud, puesta en evidencia tras la lamentable muerte del congresista Nano Guerra García. Por lo visto, nada cambió luego de la pandemia, en la que tanto se habló de reforzar la primera línea de atención.

Pasaron 12 ministros desde ese tiempo y no se hizo nada en absoluto, ni en personal, equipamiento o medicinas. Mientras el MEF no entienda que debe invertirse en salud seguiremos igual o peor. Por su parte, EsSalud está más inestable que nunca con 7 presidentes ejecutivos en 3 años.

Pero el clímax de la confrontación se viene dando alrededor de la Junta Nacional de Justicia, donde un sector acusa de copamiento al otro cuando son ellos los que tenían dominada esa institución.

La insensata investigación a la Fiscal de la Nación con el ánimo de destituirla produjo una reacción que ha agudizado las contradicciones a niveles irreconciliables. Si se dejaran de lado los egos y hubiera vocación de renuncia, este tema podría resolverse dignamente para todos.

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button