Opinión

La verdad no se puede callar

Por: Carlos Peñaloza Cruz

Pareciera que no tiene lógica, de la noche a la mañana cambió el escenario sociopolítico, nadie se imaginó que la izquierda radical ganaría la primera vuelta, el país estaba dormido por los discursos de la clase política no teniendo en cuenta este detalle, el Perú profundo de los olvidados, que viviendo tantos años bajo el yugo del narcotráfico y el terrorismo, conviven su día a día con la izquierda senderista, por eso viven resentidos, esclavos del odio y la venganza por el abandono de los gobiernos que generaron a lo largo de los años en sus mentes el rechazo por las demás clases sociales, la indiferencia del Estado, la falta de Dios en sus corazones, las Regiones plagadas de corruptos que les lavaron el cerebro durante décadas a las nuevas generaciones que nadie tuvo en cuenta que algún día crecerían, creyendo erróneamente que están destinados a vivir en la pobreza, la miseria y la soledad, sin educación de calidad, sin visos de desarrollo y prosperidad, conscientes de que les roban el esfuerzo de su trabajo, el fruto de su tierra, vejados, humillados hasta más no poder, la izquierda era la salida para ellos, no conocen otra alternativa, no había más que escoger, los comunistas les lavaron el cerebro.

De toda esta triste barbarie los responsables son los que nos gobernaron ayer, ellos permitieron la mala distribución de las riquezas, el robo y la apropiación de los recursos, la falta de creatividad para generar industrias con tecnología, progreso en todos los ámbitos que hubieran permitido el crecimiento exponencial de la Sierra y la Selva. Qué abuso tan inmenso el cometido con nuestro Pueblo, en el cual participaron el Estado y sus gobernantes. ¡Sí señores hay que decirlo, la verdad no se puede callar! Tú, yo, todos somos responsables indirectos, porque nos hemos pasado la vida votando por ilustres improvisados, votando por castigar al que nosotros mismo elegimos mal, al que nos defraudó, robó y mintió. Y así como jugando, han pasado los años, ignorando lo correcto, los principios y valores que nos hubieran enrumbado como una gran Nación, ahora estamos entrampados entre la corrupción democrática y los tentáculos del social-comunismo.

De ambos ya conocemos su trayectoria y resultados, sin justificar a ninguno, solo hay dos opciones, el recambio que indican unos, por trabajar de cero la ruta de una Nación digna con libertad y la otra, la de la coerción y el totalitarismo en el que vive Venezuela… Qué disyuntiva tan grande para unos; sin embargo, no nos queda otra, más que votar por seguir viviendo en Democracia, definitivamente los peruanos no podemos ser presa del Chavicomunismo.

(*) Presidente de la OPMNEC

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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