Opinión

La vacancia en juego

Por: Víctor A. García Belaunde

Considero que el Congreso no va a conseguir los votos necesarios para vacar al presidente Pedro Castillo. Recordemos que también pasaba lo mismo en el caso de Martín Vizcarra; sin embargo, a última hora cambiaron las condiciones básicamente porque Vizcarra cometió el gravísimo error de enfrentarse al Congreso y acusar a 77 de los parlamentarios de tener procesos judiciales, lo cual no era verdad. Entonces, la actuación de Vizcarra fue nefasta, provocadora y, lógicamente, todas las personas indecisas cambiaron su voto y se decidieron por la vacancia.

Ahora no hay voto y, probablemente, tampoco los haya para debatir el tema. Tengo la sensación de que no alcanza para empezar el trámite que está en una etapa de solicitud, pero propiamente no ha empezado el trámite parlamentario. Este proceso empezará cuando haya 52 votos que aprueben la moción para citar al presidente quien tendría que acudir al Congreso para esgrimir su defensa. A estas alturas no sabemos si juntarán esos 52 votos, pero, como hemos visto con el caso Vizcarra, en el Parlamento nada está dicho y las cosas pueden ir cambiando. A mi modo de ver la vacancia no va a prosperar.

Yo no creo que haya votos suficientes, pero si se llega a la tercera etapa, no estaría mal que el presidente Castillo acuda al Parlamento a defenderse porque, como no habla con la prensa y solo se limita a comunicarse por tuits o discursos leídos dispersos (y algunos no leídos que se contradicen y no expresan nada), evidentemente no está bien comunicado con el pueblo que no conoce lo que hace, lo que quiere o lo que piensa.

Frente a este panorama, sería interesante desde el punto de vista político que el presidente asista y que exponga ante una institución democrática y política como el Congreso, sus ideas y que diga todo lo que piensa hacer con su Gobierno.

Ahora, la vacancia rechazada no significa que será archivado el caso; este tema se puede desarchivar sin ningún problema. Si seguimos en este ritmo se están dado las condiciones y necesitamos que el presidente cambie su conducta; si no toma otras decisiones y no llama a un Gobierno de consenso y multipartidario, corre el riesgo de exponerse a una nueva vacancia.

La última encuesta de IEP es significativa porque revela que Castillo ha caído al 25% de aceptación y eso debería preocuparle, sobre todo viniendo de una encuestadora que no es hostil al Gobierno, sino todo lo contrario. El 25% de aceptación para un presidente que tiene algo más de 100 días en el Gobierno es muy poco y la pregunta es: ¿Si está así ahora, como estará el próximo año? Si no hace nada por cambiar, la tendencia seguirá siendo a la baja.

(*) Ex congresista de la República

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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