La casa Gucci es una película dirigida por Ridley Scott, quien comenzó a realizar el proyecto a mediados del año 2006 volviéndolo a retomar en el 2019 cautivado por la interesante historia de tragedia que enmarcó a la familia Gucci, quienes cosecharon una gran fortuna gracias a los productos de lujo que vendían en sus tiendas pero que, por problemas familiares internos, terminaron por perder la compañía, en bancarrota, y con el homicidio del heredero de la marca italiana. Ridley Scott logra plasmar en su película, de una forma muy bien cuidada, los detalles más importantes de la historia para poder comprender la tragedia en la que se desembarco la familia Gucci, teniendo como gran referente el libro de Sara Gay Forden y de la que también se basa el título para su filme: La casa de Gucci, una historia sensacional de asesinato, locura, glamour y codicia.
El largometraje tiene como protagonistas a Adam Driver en el papel de Maurizio Gucci, Lady Gaga como Patrizia Reggiani acompañados de Jared Leto interpretando a Paolo Gucci y finalmente a Al Pacino como Aldo Gucci, entre los más importantes personajes del filme, rescatando a Lady Gaga en una magistral actuación, que sin duda es el punto más fuerte que tiene la película, que cuando desaparece de pantalla, el filme pierde su ritmo sintiéndose menos entretenido, acompañada de un siempre destacable Al Pacino, se convierten en los pilares de emociones que la película necesita para poder seguir interesados en la historia. No se podría decir lo mismo de sólo un correcto Adam Driver y, nuevamente, una actuación muy exagerada de parte de Jared Leto bordando la comedia e incluso la parodia con un desempeño y acento italiano irrisorio. 
Un problema incómodo que tiene el filme, justamente es la falta de preparación de los actores estadounidenses quienes practican un bajo nivel de italiano durante la película, volviéndose raro y fastidioso, terminando por descuadrar recurriendo en la mayoría de tiempo al inglés pero que ciertas palabras o frases las dialoguen en italiano. La historia está muy bien construida poseyendo tintes de comedia logrando entretener durante sus casi tres horas, aunque en cierta parte intermedia del film, en donde nos vamos adentrando a los problemas que se avecinan a la familia, va perdiendo su fuerza narrativa que luego vuelve a recuperar para ir finalizando de una gratificante manera. En otros aspectos, la banda sonora de la película escogida son músicas muy sonadas durante los años 80’ pero que, cuya letra o momento de aparición, poco aporta a la historia y pareciera más que fueron incluidas solamente para volver más ligero y fresco al filme mientras que la ambientación de la época y vestimentas son acordes a la época lográndose plasmar el glamour de la marca Gucci en situaciones correctas.
Concluyendo, La casa Gucci de Ridley Scott es una película muy entretenida que cuenta de manera correcta los acontecimientos por los que tuvieron que lidiar la familia Gucci y sus problemas internos que los llevaron a perder la compañía familiar. Las actuaciones de Lady Gaga y Al Pacino son el motor de un filme que narra la tragedia de la familia de una manera fresca conteniendo momentos de ligera comedia embarcándose en un drama que se va convirtiendo en una historia de pasión y codicia. Teniendo al personaje interpretado por Jared Leto desentonando con los demás personajes del filme, un italiano hablado por los actores que terminan descuadrando, y algunos puntos concretos del filme que pudieron trabajarse mejor, como la separación de Maurizio con Patrizia, como sus puntos más débiles. Teniendo en líneas generales un gran producto de entretenimiento que dará que hablar por la polémica del suceso y la gran mayoría de puntos positivos que posee el largometraje. Es un recomendado viaje durante los años mozos de la familia Gucci hasta su trágico desenlace.
CALIFICACIÓN: BUENA 
