Opinión

La última reserva moral del país

Por: Omar Chehade Moya

Después de los últimos lamentables acontecimientos en el Perú, en donde se acredita aún más fehacientemente que, tanto la familia y el entorno presidencial integran una organización criminal liderados por el propio presidente Pedro Castillo, y ante la desidia del Congreso nacional a ponerle punto final a la quiebra institucional, política y moral ocasionada por el gobierno, es la Fiscalía de la Nación que preside la fiscal, Patricia Benavides quien se erige como la última reserva moral del país.

Es bueno señalar que, en los últimos tiempos el Ministerio Público fue tomado por gente impresentable, aliada al gobierno y al poder de turno, entre otros, como fue el caso de la inefable ex Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, la amiguísima y encubridora del corrupto ex presidente Martín Vizcarra. En aquella oportunidad, blindó de una serie de investigaciones al primer mandatario, con el falso cuento de que “según la Constitución al presidente de la República en ejercicio no se lo podía investigar de las denuncias, hasta en tanto y en cuanto no termine su gestión”. Lo mismo sucedió en el caso del sucesor de Vizcarra, el oportunista Francisco Sagasti y luego al mismísimo Pedro Castillo. Sin embargo, cuando llegó la flamante fiscal de la Nación, Patricia Benavides, desmontó esta absurda hipótesis, abriendo investigación al presidente de la República en funciones Pedro Castillo, al igual que a su mafiosa familia, ministros y círculo más cercano.

La Carta Magna es bastante clara al señalar que el presidente en ejercicio de su cargo no puede ser acusado, menos condenado hasta acabar su mandato, pero en ningún párrafo habla sobre un blindaje a la investigación cuando se denuncia lo denuncia, máxime como sucede en este caso, ante tanta evidencia, medios probatorios y colaboradores eficaces de por medio que sindican a Pedro Castillo como el líder de una empresa criminal conjunta en una serie de delitos de corrupción. Es evidente que la ex fiscal de la Nación Zoraida Ávalos, quien fungía de “Blanca Nélida Colán” de Martín Vizcarra, Sagasti y Pedro Castillo, los encubría oportunistamente para sacar ventaja. Así se demostró una vez que asumiera Patricia Benavides la conducción del Ministerio Público, y trajera abajo esa tesis de inmunidad inconstitucional, para cumplir con su trabajo y enfrentarse al mafioso poder de turno.

La cereza sobre el pastel llegó hace unos días cuando Palacio de Gobierno fue intervenido para detener a la propia cuñada del presidente, la señorita Yenifer Castillo, y ponerla a disposición de la justicia. De este modo, la Fiscalía de la Nación se convierte en el último bastión de resistencia contra la corrupción gubernamental, en la última reserva moral del país, ante las decepciones institucionales, en especial del Congreso de la República, que en su mayoría de miembros están más preocupados en intereses subalternos, o en mantener su cuota de poder y con eso el estatus quo del país, cuando la patria se ve con el riesgo de caer en la quiebra política, económica y moral. Por ello todos estamos en la obligación de apoyar a la valiente y correcta Fiscal de la Nación Patricia Benavides.

(*) Candidato a la alcaldía de Lima por APP

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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