El 28 de febrero del 2022 culmina la primera legislatura, que se caracterizó por que la mayoría opositora priorizó la vacancia presidencial y la bancada oficialista por proponer leyes a favor del pueblo. Lamentablemente la percepción de la población es que el Congreso no ha permitido realizar los cambios que la población necesita.
Las bancadas de derecha, como Fuerza Popular, Renovación Popular, Acción Popular, Alianza para el Progreso, Avanza País han desarrollado una agenda obstruccionista, para desprestigiar la imagen presidencial y garantizar la vacancia. Los errores del presidente y sus ministros facilitaron el trabajo de los vacadores.
Estos partidos políticos antes que juramentará Castillo, realizaron una campaña nacional e internacional contra el electo presidente, planteando que se había producido un fraude electoral. Realizaron marchas y denuncias solicitando que se declare la nulidad de las elecciones y se convoquen a nuevos comicios.
La elección de la mesa directiva del Parlamento y la distribución de las comisiones, no lo hicieron pensando en los intereses nacionales, sino buscando controlar la agenda parlamentaria y detener las principales propuestas electorales de Perú Libre, como la Asamblea Constituyente.
Para dañar la imagen presidencial se realizaron denuncias periodísticas, muchas de ellas falsas y otras que merecen ser investigadas, pero no se puede vacar a un presidente sin respetar lo que establece la Constitución. Asimismo, se realizaron ataques muy graves contra los principales dirigentes y ministros de Perú Libre.
Se pidió la renuncia de ministros, como Béjar, Bellido, Maraví, Gallardo, y se realizaron interpelaciones, bajo el pretexto del control político. La campaña de ataques al gobierno no tiene antecedentes en las últimas décadas. El objetivo era dañar la imagen del presidente ante la población para dar el golpe parlamentario.
Realizaron todos los mecanismos a su alcance, al controlar la mesa directiva y la comisión de Constitución, realizaron reformas constitucionales o al reglamento del Congreso, para blindarse ante un posible cierre constitucional del Congreso y limitar los poderes políticos del ejecutivo, como la cuestión de confianza.
Cuando pensaban que las condiciones ya estaban dadas para la vacancia presidencial, para eso prolongaron la legislatura hasta el 28 de febrero del 2022, porque la imagen presidencial había caído en las encuestas; se dieron cuenta que el Congreso, la mayoría parlamentaria y la presidenta del Parlamento tenían una imagen por debajo del presidente.
Las denuncias realizadas contra la presidenta del Congreso, por la reunión realizada en el hotel Casa Andina financiada por la ONG alemana Friedrich Naumann, donde estaban coordinando la vacancia, cometiendo infracciones constitucionales y penales que deben ser investigados. Asimismo, el pueblo movilizado en las últimas semanas ha detenido el intento golpista momentáneamente.
¿La tregua culminará el 8 de marzo cuando se presente el gabinete a pedir la cuestión de confianza al Congreso?
(*) Congresista de la República por Perú Libre
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