Los recientes sondeos de opinión muestran claramente la posición que tiene la ciudadanía en relación a la conducta y la actuación de Pedro Castillo como presidente de la República. Por un lado, la mayoría de los peruanos estima que es un presidente poco confiable en cuanto a sus expresiones. Vale decir, no es digno de confianza para la ciudadanía. En segundo lugar, esa misma mayoría lo considera una persona poco capaz, inhábil, incompetente y yo agregaría, además, que es un hombre que aparentemente no exhibe cualidades acciológicas, en consecuencia, en un mar de ignorancia, atropellado por los límites de su capacidad para entender y comprender el mundo que lo rodea, pero, además, sin poder exhibir atributos que nacen del espíritu de la sensibilidad con los valores, poco podemos esperar los peruanos en los próximos años en relación a quien formalmente es el presidente de la República.
Esto significa claramente la desviación de dos conceptos que deberían ir hermanados: la legalidad que nace del sufragio y la legitimidad que es aquella prueba a la que se somete el gobernante de manera permanente en torno a las políticas que pretende implementar y las conductas que asume en el ejercicio del Gobierno.
En medio de esta situación desalentadora, nos enteramos de la renovación del Consejo de Ministros como consecuencia de la esperada y tardía renuncia de la premier Mirtha Vásquez, renovación que finalmente se dio ayer. Si bien es cierto era una decisión esperada y necesaria, surgen las dudas respecto a si el presidente ha vuelto a equivocarse al momento de escoger a los hombres que los acompañarán en la gestión de Gobierno. Todo indica que se seguirá la misma tónica y, a ello se suma que en esta decisión es acompañado por personas que son muy influyentes desde el anonimato. Varias denuncias de ministros salientes comunican que personas no identificadas y, probablemente sin credenciales políticas ni técnicas, “colaboran” (así, entrecomillado) con el presidente aconsejándolo para llevar al Perú al marasmo.
(*) Expresidente del Tribunal Constitucional
(*) Exministro de Justicia
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
