La salud mental de la población es un asunto fundamental en el desarrollo de un país, por lo que debe ocupar un lugar prioritario en la agenda política. Por lo tanto, la salud mental debe considerarse como política de salud pública. La conducta de las personas que cometen graves faltas o delitos es motivada por su estado psicológico, de patologías que van desde el estrés hasta trastornos de la personalidad como la psicopatía.
Pongamos tres casos recientes relacionados con la salud mental para conocer los extremos a los que puede llevar el deterioro de la salud mental. Hace unos días, una mujer policía fue dada por desaparecida y después de una semana, luego de una intensa búsqueda por parte de sus colegas, la encontraron en el Cusco, adonde había viajado por sus propios medios, abandonando su trabajo y sin informar a nadie. Luego se supo que la joven estaba recibiendo tratamiento psicológico.
De otro lado, también en la Ciudad Imperial, fue detenido un joven de 18 años que había secuestrado a una niña de 7 años para cumplir uno de los tres retos de un juego virtual llamado Roblox. Los otros dos retos son cometer un robo y agredir a un policía.
Y, por último, en otro acto no menos espeluznante, en Ventanilla, un sujeto agredió salvajemente a su padre y finalmente le lanzó un balón de gas, dejándola con varias costillas rotas, tres fracturas en un brazo y lesiones en una pierna, así como heridas profundas en la cabeza.
Este tipo de acciones, que muchas veces terminan en terribles tragedias, son motivadas por trastornos o conductas psicopáticas que, si son detectadas y tratadas a tiempo y adecuadamente, podrían presentar un menor riesgo. Esto podía ser muy útil, por ejemplo, en los casos de violencia familiar, pues ante el peligro, a la autoridad le correspondería tomar medidas para proteger a la víctima.
Se define la salud mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.
Por lo tanto, la salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social; afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos y también nos ayuda a determinar cómo manejar el estrés, relacionarnos con otras personas y tomar decisiones.
El Estado haría mucho si empieza garantizando que en todos los colegios públicos haya por lo menos un psicólogo. La población también debe comprender que ir al psicólogo no es “estar loco”, como muchos creen. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
