Caminar por la ciudad de Lima ya no es seguro, siete de cada diez peruanos han sido víctimas del robo de celulares o sus mochilas, en motos o bicicletas los cacos te abordan en la mayoría de los casos con armas de fuego o a veces cuchillos poniendo en peligro la vida del ciudadano común. Los planes de la policía y de las municipalidades ya no son suficientes para cuidar las desoladas calles de la ciudad, principalmente en los conos donde se presentan el mayor porcentaje de estos ilícitos penales.
Pero para sorpresa de muchos también se presenta, en menor número, en distritos como Miraflores, San Isidro y Pueblo Libre.
La ciudad está tomada por vándalos —que pueden ser connacionales o extranjeros— que, como consecuencia de la falta de empleo, de la incertidumbre económica del gobierno que como consecuencia de esto aleja la inversión privada y que viene realizando una mala elección de ministros competentes, por lo que nos vemos ante esta situación de mucha dificultad. No es posible que existan lugares que tengan licencia de funcionamiento de la municipalidad de Lima que se dedican a la compra de productos robados —donde se reducen— y que es conocimiento de la policía que poco hace para intervenirlos por no coordinar con la fiscalía o tener un control de los reducidores, lamentablemente estos reducidores hoy permanecen libres y siguen infringiendo las leyes.
El año pasado al hacerse una intervención en Las Malvinas se recuperaron cerca de medio millón de soles en efectivos y se logró intervenir cerca de cinco mil celulares. La policía junto con la fiscalía tuvo que intervenir con más de 500 efectivos pese a que los dueños de estos locales se opusieron a la medida, la municipalidad de Lima a través de su área de Fiscalización no hizo nada dejando los locales hábiles a seguir “laborando”, en ese momento debió cerrarse los mismos e inhabilitarlos, hasta que las investigaciones esclarezcan a que se dedican realmente.
El ex alcalde de Lima, Jorge Muñoz, demostró no estar preparado para afrontar su lucha contra la delincuencia, no se reunía con los otros alcaldes que se dedicaron a otras «labores» pero no a lo esencial que hoy necesita la ciudadanía, el tema de la seguridad ciudadana. Hace unos días se ha visto en las calles a grupos de jóvenes asaltar a los ciudadanos de a pie, como «manadas» asaltan a los transeúntes y cuando se pide tanto la intervención municipal como policial éstos brillan por su ausencia.
El alcalde de San Martin de Porres viajó a Israel para recibir un curso sobre seguridad ciudadana, nadie sabe lo que aprendió porque su distrito es uno de los que más sufre de los robos diarios de todo tipo, la gente de esa zona ya no votara jamás por la lampa acciopopulista como muchos vecinos que no desean saber más de ese símbolo político que ha demostrado no solo incapacidad sino ineficiencia con autoridades cuestionadas que tendrán que responder ante la justicia próximamente.
(*) Analista político
* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados
