Estamos próximos a la llegada de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para conocer la situación política de nuestro país en ocasión de la peculiar denuncia formulada por el presidente Pedro Castillo en el sentido de que se estaría gestando en su contra un golpe de Estado que estaría siendo concertado por la Fiscalía de la Nación, el Poder Judicial, el Congreso de la República y los medios de comunicación.
Evidentemente se trata de una denuncia no solo absurda, sino que, además, carece del más elemental sentido de la realidad. Es cierto, en el Perú hay un enorme descontento, pero ese descontento se lleva a cabo dentro de los márgenes que establece la Constitución y a raíz de la falta de ideas, la falta de programas, la ausencia de personas competentes y, sobre todo, por el inmenso océano de corrupción en el que nos encontramos sumidos.
Creo que el Gobierno va a salir trasquilado porque las fuerzas democráticas expondrán ante esa misión que -por el contrario- no solamente hay autogolpe, sino que el gobierno afecta gravemente los fundamentos de la democracia que se encuentran en el artículo cuarto de la Carta Democrática Interamericana. Ese precepto señala que los parámetros que sustentan la democracia son la transparencia de los actos gubernamentales, la probidad, la correcta gestión de los servicios públicos y la cabal defensa de la libertad de expresión y difusión.
Como vemos, todos estos presupuestos se encuentran totalmente violentados por este gobierno. Yo pienso que irán por lana y saldrán trasquilados.
(*) Expresidente del Tribunal Constitucional
(*) Exministro de Justicia
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