Opinión

La izquierda en Latinoamérica (II)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Decíamos ayer que Gabriel Boric ganó las elecciones presidenciales en Chile y que la izquierda se anota un mandatario más en el mapa político de Latinoamérica, que empieza con Andrés Manuel López Obrador en México. Algunos se animan a comparar a Boric con Pedro Castillo, pero hay mucha diferencia entre las dos candidaturas. Fueron otras las circunstancias y también otras las condiciones. Solo tienen en común que ambos son de izquierda, pero aún etiquetados como tales las diferencias son notorias.

En la primera vuelta, el republicano José Antonio Kast quedó primero con el 27,9% de votos, dejando en el segundo lugar a Boric con 25,8%. La alta participación electoral benefició a Boric en la segunda vuelta. Si en la primera vuelta solo votaron un 47,3%, en la segunda y definitiva ese porcentaje subió hasta el 55,5%. De ahí la gran campaña de la izquierda para que los chilenos acudan masivamente a las urnas, habida cuenta de que en este país el voto es voluntario. En conclusión, los chilenos tienen mayor conciencia cívica y cultura política que los peruanos, lo cual también pesó a favor de Boric.

En el Perú, donde las elecciones sí son obligatorias, la primera vuelta quedó con Castillo primero (18,9%) y Keiko Fujimori segunda (13,4%). En la segunda vuelta, la participación electoral apenas subió de 70,05% a 74,57% y hubo gran ausentismo en los distritos residenciales de Lima, como San Borja, La Molina, San Isidro y Miraflores, donde la mayoría votó por Keiko. En contraste, en las provincias del interior del país hubo masiva participación y eso, definitivamente, le dio el triunfo a Castillo con 50,13% sobre Keiko con 49,87%.

Pero la diferencia más notoria en los procesos electorales que llevaron a Boric y a Castillo a la presidencia está en las cuestiones de fondo. No hay mayores similitudes en sus programas o planes de gobierno, en las alianzas que sostuvieron o no, en la experiencia que acreditan en materia política, ni mucho menos en sus cuadros, tanto políticos como técnicos.

Boric modificó –o más bien lo adaptó– su discurso y convocó al centro durante la segunda vuelta. Castillo no hizo lo que sí realizó Ollanta Humala para las elecciones del 2011, pero tuvo a su favor el antifujimorismo. Veremos cómo se desenvuelven estos dos presidentes de izquierda. Castillo empezó a tropezones. Boric arranca su mandato en marzo del 2022. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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