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“Hay que apostar por un gabinete de ancha base”

Excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay pide recuperar la imagen internacional del Perú y recomienda a los partidos olvidarse de las camisetas y colores políticos por el bien del país

El exministro de Relaciones Públicas, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, asegura que durante su gestión jamás recibió la orden de gestionar asilo político para alguien.

POR: RAFAEL POBLETE

El doctor Miguel Ángel Rodríguez Mackay tuvo un breve paso por el Ejecutivo como ministro de Relaciones Exteriores; sin embargo, luego de 35 días de gestión, decidió dar un paso al costado por diferencias con el expresidente Pedro Castillo. En diálogo con en canal digital La Noticia Perú, el excanciller habló del triste final del exjefe de Estado y espera que Dina Boluarte sepa enderezar el camino del Perú como nación.

¿Cuál es el futuro del país después de todo lo que hemos vivido en estas últimas horas?

Tener cinco presidentes en cuatro años y medio es algo que preocupa porque hay una actitud de Estado-Nación con muchos vaivenes e inestabilidades, pero por sobre todas cosas tenemos una Constitución Política que hay que hacerla prevalecer por sobre todas las cosas y eso fue lo que pasó el miércoles: lo hicieron el Congreso y las Fuerzas Armadas. Tenemos que evaluar el control de daños de nuestra imagen internacional deteriorada y que tenemos que fortalecer porque no existe otro camino si queremos que las inversiones lleguen al Perú. El Asia nos espera siempre y tenemos que fortalecer esos niveles que han quedado de lado. Hemos pasado un lapso muy polarizado y ahora tenemos que entrar en una etapa de estabilidad obligatoria para recuperar el tiempo perdido.

¿Siente que la izquierda en el Perú ya fracasó con esta gestión de Pedro Castillo?

La izquierda es una alta dosis ideológica que en este momento está en gran parte de la región, pero el siglo XXI ya no es el de las izquierdas o derechas como se miraba en los años 60 o 70 del siglo pasado, ahora tenemos otro formato. Lo que ha fracasado es el Gobierno de Castillo y ahora tenemos que ver qué nos ofrece la señora Boluarte que ha dicho que ella va a tener un gobierno de todas las sangres. Seguramente se producirá un ensanchamiento que el Perú espera y que a mí me prometieron en agosto cuando me nombraron ministro. Si queremos fortalecer al país hay que apostar por un gabinete de ancha base con gente de derecha, izquierda, centro que sería lo mejor para el país. En este momento hay que olvidarse de las camisetas de lo contario seguiremos con esa visión política de tiempos de los Picapiedras. No entremos en la segunda prosperidad falaz: la primera fue cuando vino la bonanza del guano y ahí nomás vino la Guerra del Pacífico y no se hizo nada debido a una clase política mediocre. Hoy tenemos lo precios altísimos de los metales y hay prosperidad económica que no se siente porque no sabemos hacer bien la distribución; hay que aprovechar esta oportunidad y eso depende de un Gobierno que tenga visión de Estado.

¿Esto es un triunfo del Congreso?

La sociedad peruana está harta de su clase política, sea de gobierno o de oposición, que se van acomodando y crean esta “bomba de tiempo”. Cuidado que todavía podemos caer en una situación más difícil y esperemos que la presidenta Boluarte sepa gobernar. Como no tiene bancada, está llamada a ser la presidenta de la concertación y necesita mucha muñeca para eso.

Usted tuvo la oportunidad de trabajar al lado de Pedro Castillo, ¿lo considera un delincuente?

Más allá del fajín, a mi me interesaba servir a la patria y por eso acepté el cargo de canciller cuando el presidente estaba acorralado por los sectores de derecha y ultraderecha y me comprometí a apoyarlo. A pesar de las críticas contra Castillo, siempre dije que la Constitución protegía al entonces presidente, pero luego fueron surgiendo nuevas cosas hasta que llegó su deterioro. Hoy está detenido y que sea la justicia la que se encargue de llevar un proceso judicial con mucha objetividad. No hagamos más leña del árbol caído a pesar de que lo que hizo fue quebrar el orden constitucional del Perú. Aquí hubo un autogolpe de Estado, por poco rato, pero hubo.

¿Mientras estuvo en funciones como canciller, le solicitaron que tramitara algún asilo?

Jamás, y si el presidente me lo hubiera pedido, yo le hubiese preguntado de quién se trataba y por qué tendría que pedirlo.

¿Y cómo queda la OEA con todo esto que ha ocurrido?

El señor Luis Almagro, de la OEA, se va acomodando según la circunstancia y le ha quitado crédito a la secretaría general de la OEA, al igual que esos diplomáticos en retiro (Harold Forsyth en la OEA y Manuel Rodríguez Cuadros en la ONU), cercanos a esta organización que han venido renunciando tras los últimos acontecimientos, pero esa es plancha quemada, son tremendos arribistas.

“MÉXICO PUEDE ASILAR A CUALQUIERA QUE SEA PERSEGUIDO POLÍTICO”

El excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay también se refirió a las declaraciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien reveló que tuvo una llamada de Pedro Castillo solicitando asilo político.

“El asilo es una prerrogativa del Estado que se le puede otorgar a cualquiera que sea o se sienta un perseguido político y nadie puede interferir ahí. En este caso, el señor López Obrador hará las valoraciones que crea conveniente, México tiene una tradición extraordinaria en el derecho internacional panamericano; pero actualmente tiene un presidente con una visión distinta. Ahora hay que distinguir al perseguido político del perseguido delincuente por sus actos punitivos”, señaló.

 

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