Opinión

Golpe al correísmo y la izquierda

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Ecuador era un país que marchaba con cierta estabilidad hasta el fin del mandato de Rafael Correa, quien —por cierto— gobernó durante diez años (2007-2017) y fue sucedido por Lenín Moreno, miembro de su propio partido y al que finalmente calificó de traidor. Correa fue impedido de postular nuevamente gracias a un referéndum promovido por Moreno y, años más tarde, recibió una sentencia de seis años de cárcel por coimas. Ahora está asilado en Bélgica y abrigaba las esperanzas de que su discípula, Luisa González, gane las elecciones, pero ella fue derrotada el último domingo por Daniel Noboa, candidato de la derecha.

De tal manera que esta derrota no solo ha sido un golpe para Luisa González, una abogada y exfuncionaria pública —en los tiempos del correísmo— que fracasó en su intento de convertirse en la primera presidenta electa de Ecuador, sino un mazazo para su mentor, Rafael Correa, un controvertido político de izquierda, caracterizado por su autoritarismo y por tenerle una especie de alergia a la prensa.

La elección de Guillermo Lasso (2021), quien reemplazó a Moreno, significó el retorno del liberalismo al país del Guayas, pero su gobierno enfrentó una terrible crisis, no solo política y económica, sino también de inseguridad ciudadana, con gran influencia de los cárteles del narcotráfico de México.

La bomba estalló con el asesinato del periodista Fernando Villavicencio, quien se perfilaba como un candidato presidencial con serias opciones. Este luctuoso hecho ocurrió en agosto pasado y, para entonces, el aún presidente, Guillermo Lasso, ya había convocado a elecciones generales apelando a lo que en el Ecuador llaman la “muerte cruzada”, mecanismo que se puede resumir en la frase “nos vamos todos”.

El resultado de la segunda vuelta sí confirmó lo que decían las encuestas: Daniel Noboa era el favorito, pese a que en la primera vuelta había quedado en segundo lugar (23.47%), después de Luisa González (33.61%). Finalmente, Noboa se impuso con 51.83% a González, que obtuvo 48.17%.

Así las cosas, el mapa político en Latinoamérica sigue igual, con 10 países con gobiernos de izquierda (México, Honduras, Nicaragua, Cuba, Colombia, Venezuela, Brasil, Bolivia, Chile y Argentina), 7 de derecha (Guatemala, El Salvador, Puerto Rico, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Uruguay), 1 de centroderecha (Panamá) y dos de centroizquierda (República Dominicana y Perú). Las próximas elecciones de Argentina, que se realizarán este domingo, según las encuestas, podrían equilibrar la balanza. Lo analizamos mañana. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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