
A fines de noviembre renunciaron al directorio de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) Gisela Mandriotti, Juan Enrique Dupuy y Raúl Bao. Dupuy renunció luego que el directorio no aceptará su propuesta de “solicitar a la FIFA que nombre una comisión normalizadora en la FPF” como lo expresó en su carta de renuncia. También indicó que su presencia en el directorio carecía de sentido porque no vio intención de cambio ni autocritica. El pasado viernes nos sorprendió un comunicado de la FPF indicando que habían decidido la desvinculación de Juan Carlos Oblitas como director general de fútbol. Duro castigo para un extraordinario jugador que no supo retirarse a tiempo de la FPF (como jugador se retiró en buen momento).
Debió haber renunciado como lo hicieron los tres directores mencionados. En el comunicado también indican que “hará una nueva revisión del calendario y formato de la Liga 1 2025, así como la aprobación de su reglamento”. Los clubes están próximos a iniciar sus pretemporadas y todavía no saben cómo se jugará el campeonato del próximo año ni cuantos futbolistas extranjeros podrán tener. Solo hay rumores y por lo tanto no pueden contratar jugadores foráneos ni renovar a los que tienen. Por otro lado, la FPF no cumple con lo que le indicó a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ADFP) en el Oficio N° 0684-FPF-2018 en el que decía que asumía de manera temporal la gestión y organización del campeonato de fútbol profesional de primera y segunda división desde el 1 de enero de 2019 y por el lapso de cuatro años.
Tiempo que ya se cumplió y se niega a devolverle el torneo a la ADFP que se lo ha solicitado en reiteradas ocasiones. La FPF también indica que ha delegado en la secretaría general la conformación de un comité consultivo que brinde apoyo y acompañamiento en su restructuración y renovación institucional, así como coadyuvar a los procesos deportivos en marcha para su óptimo desarrollo.
No creo que lo que queda del directorio de la FPF presidido por Agustín Lozano sea el indicado para emprender la restructuración y renovación de si misma. En los años que están a cargo de la FPF han puesto a nuestro fútbol en el último lugar del continente y no se ve que ello pueda cambiar en el corto plazo. Se ha permitido a los clubes tener hasta seis jugadores extranjeros en cancha, además de nacionalizados, con lo que queda muy poco espacio para los nacionales. El torneo de reservas que servía para que jugadores jóvenes tuvieran competencia se ha desactivado desde el 2025, con lo que la renovación de nuestro fútbol se dificulta notablemente. El directorio podría darnos un regalo navideño presentando su renuncia.
*Periodista deportivo