Opinión

Evo Morales debe ser capturado

Por: Hugo Guerra Arteaga

Algunos toman a Evo Morales Ayma como una figura anecdótica y poco relevante para la política peruana por su condición de extranjero, pero ha llegado la hora de decretar su cacería.

Evo nació en Isallavi en 1959. Fue dirigente del movimiento cocalero y llegó a convertirse en presidente en diciembre de 2005 a la cabeza del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS). Por su origen aimara fue simbólicamente investido como Jacha Mallku (Gran Cóndor), máxima autoridad de los pueblos indígenas, en una ceremonia celebrada en Tiawanaku.

Manipulando la Constitución y después de múltiples episodios de violencia en elecciones denunciadas como fraudulentas fue reelegido hasta octubre de 2014; por ello, y por sus métodos de gobierno represivos y autoritarios se le considera como dictador.

La crisis política en Bolivia de 2019 lo obligó a renunciar tras 21 días de protestas. Asumió entonces la primera magistratura la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores Jeanine Áñez (ahora injustamente presa), con el aval del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia. Finalmente, Luis Arce, candidato del MAS y ex ministro de Economía de los gobiernos de Evo Morales, ganó en la primera vuelta la elección presidencial del 18 de octubre de 2020 y gobierna como títere de Evo, ejerciendo una brutal represión contra los santacruceños, cuyo líder Luis Fernando Camacho acaba de ser secuestrado y se encuentra arbitrariamente detenido.

Socializante en lo interno, en sus relaciones exteriores Morales se alineó con el eje continental bolivariano orquestado por el tirano venezolano Hugo Chávez, a quien consideraba como su mentor; y aportó la iniciativa del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), alternativo a los tratados de libre comercio bilaterales con Estados Unidos. Dentro del eje bolivariano ha trabado también estrecha vinculación con el castrismo cubano, al que le ha permitido acceso político y militar grosero en la región andina. Y hoy Bolivia forma parte de los subversivos Foro de Sao Paulo, Grupo de Puebla y el peligroso Runasur. Además, mantiene estrechos nexos con Rusia, China e Irán.

En abril de 2013 Bolivia demandó infructuosamente a Chile ante el Tribunal Internacional de La Haya bajo la petición de obligar una renegociación de fronteras.

En cuanto al Perú Morales lo entiende como el espacio de expansión geopolítico y, junto con su ex vicepresidente García Linera, ha diseñado una estrategia para subvertir el sur provocando separatismo territorial con la pretensión de que se forme una “República independiente” de etnia aimara, que le daría acceso al mar y se anexaría a Bolivia. Por ello alienta una constituyente entre los peruanos y el reconocimiento de una nueva nación aimara. A tal efecto ha infiltrado activistas del MAS, violentitas del grupo de los “ponchos rojos”, y se reúne con los separatistas de Puno, canalizando dinero del narcotráfico para la subversión.

Por todo ello ha sido declarado congresalmente como “persona non grata”. Sin embargo, el gobierno de Boluarte todavía no retira a nuestra embajadora en La Paz (nombrada por Castillo) y no ordena el impedimento de entrada al Perú de Evo. En cambio, el congresista y almirante José Cueto Aservi, quien es también ex jefe del CCFFAA, ha planteado que Morales “Debe ser capturado (…) Así este fuera del país, se le debe denunciar, orden de captura internacional porque lo que está haciendo es un delito y con ello impedir que vuelva ingresar al Perú”. Y eso es, exactamente, como debemos proceder en defensa de nuestro sagrado interés nacional.

(*) Analista político

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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