Esta facultad a la que tienen derecho los 130 congresistas no se la quita nadie porque dentro de la hermenéutica parlamentaria, tienen derecho de poner en el banquillo del templo de la política, en este caso del congreso de la república de los ministros que según los congresistas no han venido haciendo bien su trabajo y que deberían presentarse en el hemiciclo para responder un pliego de preguntas.
Mediante esta humilde columna quiero discrepar con un sector de congresistas que pretendieron interpelar a uno de los mejores ministros del presente gobierno al titular de economía José Arista, ministro que desde que juramentó en febrero del presente año, ha venido trabajando bien al frente de la cartera de economía para satisfacción del pueblo peruano, pues se hizo cargo de esa cartera en un momento de crisis e inflación que venía causando desconcierto en nuestra economía a punto que las críticas y protestas no se hacían esperar.
En la actualidad el ministro José Arista, ha logrado estabilizar nuestra economía e inclusive hizo crecer nuestro producto interno en más del 3 por ciento y así los congresistas con claros fines políticos empezaron a recolectar firmas y lograr que se les acepte, para interpelar al titular de economía que viene trabajando parejo para cumplir con el objetivo de colocar a Perú entre los países desarrollados del mundo, con que finalidad esa bancada claramente politizada de nuestro país, intentó interpelar al mejor ministro de este gobierno?, se puede pensar que esos parlamentarios, quieren ver a nuestra nación igual que otros países donde existe caos social y político, naciones hermanas que vienen atravesando crisis económicas por sus constantes devaluaciones de sus monedas.
Es inconcebible o incomprensible, que se quiera buscar que cambiar a un ministro, cuya moneda el sol es la más estable de la región y que compite en algunos casos con el dólar, tal como sucede en nuestra frontera con Bolivia, en Desaguadero, donde los comerciantes prefieren realizar sus intercambios comerciales en base a la moneda peruana el sol, porque tiene más peso que el dólar, para estos comerciantes del país altiplánico y ni que decir de su moneda que se ha devaluado constantemente y la escasez de los dólares, aumentando su crisis económica.
Antes de finalizar el texto de esta columna, quiero preguntarles a los congresistas ¿es necesario la interpelación en este caso?
Comprendo que ellos han hecho uso de su derecho, como manda la ley y pedir explicaciones, yo creo que en esta oportunidad no era necesario ni buscar que entorpecer o poner piedras en el camino cuando se viene trabajando con suelo parejo, para llegar a la meta deseada.
Es mi parecer aunque no compartan con esta humilde opinión, dada en un país que respira democracia y tiene libertad de prensa y expresión; facultad que nos da la nación democrática.
(*) Past Decano del Colegio de Contadores Publico de Lima.
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