Como en la delincuencia común, en la corrupción también hay modalidades delictivas. Hay tráfico de influencias (muy frecuente en los lobbies), puertas giratorias, honorarios de éxito, soborno, fraude, estafa, extorsión, favoritismo, etc. El caso “Los Intocables de la Corrupción”, que —según la Fiscalía— tendría como cabecilla a Martín Vizcarra, demuestra que en la corrupción también se da el reciclaje. Vemos cómo funcionarios que trabajaron para el expresidente motejado como “Lagarto” se reciclaron y seguían ocupando cargos claves en el actual gobierno de Dina Boluarte.
Un personaje clave en este tinglado es Carlos Revilla Loayza, quien fue director de Provías Descentralizado —organismo que pertenece al Ministerio de Transportes y Comunicaciones— durante la licitación del Puente Tarata y ahora se venía desempeñando como asesor de confianza de la dirección ejecutiva de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), entidad adscrita al Ministerio de Economía.
Es decir, este personaje saltó de Provías a Proinversión posiblemente para hacer lo mismo que en los tiempos del gobierno de Vizcarra, a quien —según un testigo en reserva— le llevaba a Palacio el dinero de las coimas en maletines deportivos y cartuchos portaplanos.
Ni bien Carlos Revilla fue detenido por el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder, Proinversión aclaró que, al momento de su contratación, no existía impedimento para el ejercicio de sus funciones. “Sin embargo, en aras de mantener la transparencia y el trabajo técnico que caracteriza a Proinversión, se ha tomado la decisión de dar por concluidas sus funciones”, dice un comunicado con errores ortográficos posiblemente debido al nerviosismo.
Pero la Policía y la Fiscalía no solo detuvieron a Revilla. También arrestaron Alcides Villafuerte, Elizabeth Ugarte y Juan Enciso Torres, ambos exfuncionarios de Provías, así como a un empresario.
Se trataría de una mafia grande y las investigaciones podrían derivar en la detención del propio expresidente Vizcarra, quien lo niega todo. Que recordemos, ningún corrupto confiesa su delito antes de estar acorralado.
El caso de “Los Intocables de la Corrupción” sería muy parecido al del Fondo Mivivienda, que tiene como cabezas visibles a la empresaria Sada Goray y al periodista Mauricio Fernandini. La Contraloría ha identificado a 26 directivos, funcionarios y servidores de Mivivienda que beneficiaron irregularmente a la empresa Marka Group SAC, de Sada Goray, y sus subsidiarias. ¿Cuántos “intocables” más habrá en Proinversión? ¿Y cuántos en los demás organismos donde corre harto billete?. Como diría Manuel Gonzales Prada en el país donde se aprieta salta la pus. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
