“El Perú está en riesgo de tener otro Castillo”

Por: Hilmer Gasco

La exministra de la Mujer y excongresista Luisa María Cuculiza consideró que nuestra principal obligación como peruanos es defender a nuestros compatriotas para que tengan medicina, hospitalización y atención médica, y consideró que la causa de la grave crisis es que el sector está en manos de ineptos.

Acaba de participar en el evento donde se ha presentado el diagnóstico de la salud pública en el Perú, y lo que hemos escuchado es que el panorama es más que preocupante.

Me voy muy desilusionada, me voy hasta con pena. No puede ser posible que la salud de todos los peruanos esté en manos de ineptos. La vida no se va dos veces, se va una. Entonces hay que cuidarla. No queremos que vengan algunos niños anémicos. Si la madre es anémica, ¿por qué no se controla la natalidad?, ¿por qué no se da a ese niño que viene al mundo la atención de vida en los hospitales?, ¿por qué esa madre da a luz y no sabe después ni dónde ir? Desgraciadamente todo es un zafarrancho, y con la salud no se juega. Como peruanos tenemos la obligación de defender a los compatriotas, que tengan medicina, que tengan hospitalización, que tengan atención. Miles de provincianos llegan a Lima en busca de atención para sus hijos, y no tienen ni dónde estar y viven en la calle. Cuando fui alcaldesa de San Borja, tenía la costumbre que cada viernes, sábado y domingo llevaba a todos los que hacían cola y dormían en la calle para ganar un turno en el seguro y les den hospitalización a sus niños. Le hablo de algo que ocurría hace 20 años, ¿usted cree que eso ha cambiado? No ha cambiado.

EsSalud es un caos, la gente pasa meses esperando una cama.

Desgraciadamente la gente que está manejando el seguro, de seguro que están aprendiendo a manejarlo porque hay que respetar la vida de los pobres, hay que respetar la vida de los que no tienen la ocasión de tener un sitio en un hospital. Póngase en el caso que tiene a su padre o a su madre con cáncer, y pasan tres meses y no hay turno para su operación, lo que va a pasar es que la persona se va a morir. No es justo que por cada peruano se asignen 71 soles al año, mientras que a los funcionarios de entidades estatales que tienen buenos sueldos se les paga un sueldo privado. Yo lo he gozado en el Congreso y me parecía una barbaridad, quise cambiar la ley, pero nadie me hizo caso.

Por otro lado, pasando al tema político, ¿qué mensaje le daría a la presidenta Dina Boluarte?

En primer lugar, creo que debemos respetarla porque es nuestra presidenta constitucional, Y, en segundo lugar, hay que frenar tantos ataques y dejarla gobernar. Lo que sí le recomendaría es que se rodee de los mejores profesionales que sí los hay en el país. Por otro lado, quiero dar un mensaje a los peruanos: Elijamos un buen presidente o una buena presidenta. Dejen de votar por disparates. Así como estamos, el Perú está en riesgo total de volver a tener un Castillo.

Me imagino que está indignada con el monto que sacarán los congresistas en diciembre.

Van a sacar más de 53 mil soles, mientras que un trabajador del sector público recibirá 300 soles de gratificación. Nuestros policías, nuestros soldados, que están dispuestos a morir por defender a la patria, van a recibir esa miseria. Tengo un muchacho ahí entre Surco y San Borja que no tiene un brazo y no tiene una pierna, es un soldado del Ejército que estuvo en el VRAEM. No puede ese hombre estar en la calle pidiendo caridad habiendo dado media vida por el país. Nadie lo atiende, esas son las cosas que indignan.

Por último, la CIDH ha vuelto a pronunciarse en contra de la excarcelación del expresidente Alberto Fujimori.

Que la Corte se deje de meter las narices donde no le conviene y que deje tranquilo al presidente. Todo lo que viene de esa parte yo ni caso le hago, porque están metidos acá en el país de puros ociosos.

 “No me dio nunca el COVID-19, pero la vacuna casi me mata”

Por otro lado, Luisa María Cuculiza recordó que estuvo a punto de morir, tras aplicarse la tercera vacuna. “No sé qué porquería de vacunas compraron. Me puse la tercera vacuna y casi me muero. Entré en convulsiones que casi me voy al otro mundo. No me agarró nunca el Covid, no tengo ninguna enfermedad, pero la vacuna casi me mata”, indicó.

“Los bomberos tuvieron que sacarme por la ventana para llevarme al hospital. Gracias a Dios tenía la fortaleza porque toda la vida he sido deportista y eso me permitió salvarme de la cochinada de vacuna que me pusieron”, expresó.