Opinión

El “nuevo capitalismo de amigos” centrado en la política

Por: Alicia Barco Andrade

La crisis de la democracia y la desigualdad económica.

El libre mercado está estrechamente vinculado al estado de derecho. La libertad, la verdad y la justicia son derechos constitucionales. En la medida que la democracia se degrada, lo que surge es un sistema de gobernados por unos pocos, que a veces son populares, pero en la medida que erosionan el estado de derecho, lo que surge es una red de amigos que controlan la propiedad del país.

Sin importar la ideología del Gobierno, ya sea de derecha o de izquierda, lo que surge es un “capitalismo de amigos” centrado en la política, que va capturando poco a poco la propiedad privada, los derechos, la libertad, el periodismo y, por supuesto, van contra las instituciones democráticas.

Política tóxica y sin promesas

Lo que ha ocurrido en estos primeros años del siglo XXI, y, en consecuencia, después de la pandemia, ha sido el fallo de una promesa. Basada en la movilización social frente a la política. Porque los partidos que tenemos en el Perú, no tienen promesas futuras para la ciudadanía. Si los partidos políticos tuvieran ideales, o promesas concretas que sean coherentes con el servicio a la ciudadanía entonces las masas se amplificarían. Pero si no hay movilización social es porque no hay promesas políticas. La gente al menos, creería en ciertos políticos que cumplen sus promesas. Pero no hay políticos viables que generen gobernabilidad. Todo está centrado en la corrupción y la politización de las Instituciones democráticas para capturarlas.

Cuando se pierde el respeto, se pierde todo.

La aprobación de la presidenta Boluarte es de 6 %. El 52 % de los peruanos no tiene respeto por las instituciones políticas del Perú. Este porcentaje –por obvias razones– es alarmante. Esto habla mucho de cómo las zonas rurales, y personas que tienen de 40 años a más, de niveles socio económicos más bajos y altos también. Incluyendo jóvenes de 18 a 24 años, que se identifican más con la derecha que la izquierda.

¿Qué podemos hacer para fortalecer las instituciones?

El punto clave está en modernizar el Estado, para tener un proyecto democrático, que proteja derechos, sea eficiente y estén en capacidad de actuar. Es una falacia pensar que el Estado debe ser más fuerte para ser más democrático. Esto va ser fundamental en los próximos 20 años.

A menudo se puede pensar que hay una competencia entre el sector privado y el sector público. Pero este divorcio estructural debe terminar de una vez. Solo los pobres de mente ven competencia. La gente rica de mente, mira el horizonte y trabaja en equipo. ¡Ya basta de cobardes políticos! Necesitamos mujeres y hombres valientes, auténticos y reales, que no mientan y sean coherentes con principios y creencias. Trabajar juntos para mejorarnos, y nutrirnos con un enfoque de modernidad es ganar todos, y entonces, sólo así, buscaremos el desarrollo del Perú. La colaboración pública y privada es el camino del desarrollo económico, social y político.

(*) Comunicadora digital, filósofa, periodista colegiada, docente, empresaria, estratega, mujer política del siglo XXI.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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