En las redes sociales se ha desatado una polémica sobre el origen del maíz. La polémica surgió a raíz de la publicación de un post con el mensaje “Investigador pone en su lugar a peruano que cuestiona el origen del maíz mexicano”. Se trataba de una conferencia realizada en México y, en realidad, el peruano no había puesto en tela de juicio nada, pues solo había preguntado, con respeto y de buenas maneras, si cabría la posibilidad de que el maíz tenga su origen en nuestro país. Miles de mexicanos reaccionaron indignados y con insultos contra los peruanos en los comentarios de la publicación. Fue una protesta absurda y sin razón. Veamos por qué.
Generalmente, se cree que el origen del maíz está en la región central de México y que el cereal nació a través de la fusión de plantas que crecían en forma silvestre como el teocintle o teosinte. Sin embargo, nuevas investigaciones han abierto otras hipótesis, al parecer más consistentes.
En un estudio internacional realizado entre los años 2007 y 2011, bajo la dirección del Dr. Alexander Groban, profesor emérito de la Universidad Nacional Agraria de La Molina (UNALM), en los sitios arqueológicos de Paredones y Huaca Prieta, en el norte de Perú, se encontraron mazorcas, pancas y tallos de maíz con una antigüedad de 6,504 a 7,775 años. Mientras que el maíz más antiguo hallado en México (en la zona de Guilá Naquitz, estado de Oaxaca) tiene una antigüedad de 6,300 años.
Además, en la mencionada investigación realizada en Perú se hallaron tres tipos de maíz (proto confite morocho, confite chavinense y proto kKculli), considerados precursores de los más de 50 tipos existentes en la actualidad en esta parte de los andes sudamericanos. Y por, último, estas variedades peruanas son genéticamente puras, a diferencia del maíz mexicano que procede de un cultivo precursor llamado teosinte.
Sin embargo, eso no nos debe llevar a afirmar, con seguridad, que el maíz es de origen peruano o mexicano. Por eso el expositor mexicano, cuando le responde al peruano en la citada conferencia, dice que “todo parece indicar” que el maíz es de origen azteca.
Para qué pelear y soltar frases como “el maíz es de mi país y no del tuyo, jojolete…”. Debemos sentirnos orgullosos de que este magnífico cereal sea originario de nuestro continente, como el aguacate o palta, que es mexicano, y la papa, que es de los andes peruanos, lo cual sí está confirmado científicamente. Perú y México comparten gran variedad de similitudes históricas, culturales y naturales. Somos países hermanos, a pesar de las insolencias de López Obrador. Los presidentes pasan, la amistad queda. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
