Los romances ocultos cuando se descubren tienden a producir efectos sin precedentes, especialmente dentro de la política. Antonio José de Sucre por visitar a una amante desvía su camino, mientras que sus enemigos conocían de su amorío, y lo asesinan en Berruecos. Fue uno de los crímenes más sonados de su tiempo.
Es de importancia también el rol fundamental que le tocó ocupar a Manuela Sáenz en la vida de Simón Bolívar, y en el Perú la trascendental participación de Francisca Zubiaga y Bernales, esposa del Agustín Gamarra y conocida como “La Mariscala” quien asumía el poder cuando su esposo se encontraba en campaña en las siempre frecuentes guerras civiles de los inicios de la república.
En plena guerra contra Chile aparece en el diario La Opinión Nacional del 29/10/1879: “La señora Ugarteche de Prado ha resuelto partir hoy para Arica, para asistir a su esposo cuya salud ha sufrido algún quebranto…”. Por documentación que manejo, la señora viaja a Arica en plena guerra y no para auxiliar y cuidar a su esposo sino para llegar de sorpresa; porque se ha enterado que se dedica a jugar rocambor y pasar agradables momentos con algunas damas del puerto.
En el siglo XX el asesinato de Rafael Leónidas Trujillo es muy similar al de Sucre, una emboscada en una carretera oscura por donde dirigía su automóvil, ya que sus asesinos conocían aquella ruta que era usada porque iba a visitar a una de sus amantes.
Se dice que Javier Prado tuvo una muerte bastante diferente a la que oficialmente se ha dicho, conociéndose que su fallecimiento se debió a la ira de un marido engañado. Otro rumor de los muchos que hay en nuestra historia es el que corresponde al general Manuel Odría que se fracturó la cadera en casa de vicepresidente Hector Boza cuando estaba en persecución de una dama quedando lisiado impidiéndole postular nuevamente a la presidencia.
Otra historia se dio en Paraguay con Raúl Cubas Grau quien tenía una esposa de fuerte carácter y arrolladora personalidad, la señora Mirta Gusinky de Cubas; quien trataba de apartar a su cónyuge del general golpista Lino Oviedo.
En nuestro pasado reciente aparece la figura de Vladimiro Montesinos y los vértices de Jacqueline Beltrán y Matilde Pinchi Pinchi que conformaron el triángulo amoroso que trajo abajo el gobierno fujimorista, cuando en un ataque de celos la señora Pinchi sustrae el famoso video donde aparece el congresista Kouri recibiendo un fajo de dólares para transfugar y apoyar al gobierno de Alberto Fujimori.
En 1963 el caso Profumo acaparó las primeras planas en el mundo. El secretario de Defensa de Inglaterra John Profumo mantuvo un amorío con la bailarina Christine Keeler de 19 años quien a su vez tenía como amante al agregado naval ruso Yevgeny Ivanov. En plena Guerra Fría, la seguridad de Gran Bretaña se supuso que estaba expuesta, el primer ministro MacMillan pidió la renuncia porque este engañó a su esposa con una joven que podía ser su hija y mentido sobre su relación cuando salió a la luz.
Sin ser Profumo, Alberto Otárola nuestro ex presidente del consejo de ministros no habría expuesto los secretos de Estado de nuestro país al comprobarse una relación que el mismo negó con una joven dama que, como en el caso Profumo, podía ser su hija. En nuestro tiempo con la tecnología existente los escándalos se multiplican y viralizan remeciendo más la política cuando situaciones de esta naturaleza con audios incluidos desnudan las cualidades de quienes gobiernan el país. ¿Es ahora un CV el señuelo para solicitar amor y trabajo?
(*) Excongresista
* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados