Hay grupos políticos bien definidos identificados con la izquierda caviar. Si embargo, no todos los anticaviares tienen la misma lectura a la hora de reconocer a un caviar o a alguna institución que pueda ser tipificada como tal. De manera que los ataques de la extrema derecha y la izquierda radical no necesariamente tienen las mismas motivaciones ni se dirigen al mismo blanco.
Uno de los más representativos grupos caviares está constituido por el entorno de Susana Villarán de la época en que fue alcaldesa de Lima y cayó en la telaraña de la corrupción de la constructora Odebrecht. Algunos de estos políticos, en su mayoría mujeres, se colocaron en algún cargo público durante el gobierno de Pedro Castillo. Luego se acabó la ilusión y ahora, cuando el expresidente está preso, los caviares de chalina verde hacen leña del árbol caído.
Otro de los principales grupos de caviares es el que se acomoda en las ONG que tienen millonarios financiamientos internacionales y ejercen influencia en diversos sectores públicos. Estas ONG reciben dinero de grandes organizaciones globales que tienen una agenda política e ideológica, por lo cual reciben directivas en los campos donde se manejan, como el área ecológica, minera, social, judicial y otras. Sus ejecutivos hacen las veces de operadores políticos, pues sus acciones están dirigidas a autoridades clave en puestos públicos de importancia.
Un tercer grupo de caviares es el que se ha especializado en las famosas consultorías, que son utilizadas para esquilmar a ministerios, municipalidades y otras instituciones. No es que las consultorías sean innecesarias y todas malas, sino que son utilizadas por inescrupulosos que hacen de ellas un negocio redondo. Los caviares que sacan provecho de las consultorías muchas veces están vinculados con las ONG.
Algunos políticos también denominan caviares a Toledo, PPK, Vizcarra, Sagasti y a los “moraditos”, quienes pueden coincidir en alguna prédica vinculada a la ideología de género, la defensa del medio ambiente y los derechos humanos, utilizados solo como pretexto para ganar dinero, pero ideológicamente, en la teoría y la práctica, están en la onda liberal de la derecha. El término completo es izquierda caviar, por lo que si alguien es de derecha, no debería ser calificado de caviar.
En la campaña electoral para las elecciones del 2021, algunos políticos se distrajeron sindicando de caviares y atacando contendores que no significaban ningún peligro. Gastaron pólvora en gallinazo, pues Pedro Castillo avanzó por la sombrita y llegó primero. El factor caviar será, entonces, clave en las próximas elecciones, ya sea del 2026 o antes. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
